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18 NOCIONES PHELE\lINAHES. - OHIGlcN Y Dl·,SAH. IIIST. DE LA MIS. dPl Opus ivlajus que intitula Philosophia Mo1alis, que pudiera llamarse jus– tanwnte un tratado apologético-misionero, al iniciar su exposición dice que tndas las ciencias están ordenadas a un fin práctico, es decir, ad salutem lmmani generís cognoscendam (68). Pero ninguno con más derecho a ser considerado como primer misionólogo d" la Eda<l '.\Iedia, que ¡•l c(,lebre mallorquín B. Raimundo Lulio, terciario li·;mciscano, quien no contPnto con gastar todas las energías de su larga y agitada vida en la conn·r,i<,n de lus mahometanos, 'trabajó In indecjble por fumbr Coh•gin, dP misi.,n,·ros, dondP {•stos pudiPran adquirir todos aque- , onodmientos quP ¡:¡ ju¿gaba nect,sarios para obtener algún fruto ,.,, la evangelización de los infipJes, insistiendo, sobre todo, en la necesi– ti,d de fundar Institutos de lenguas orientales, y de designar un Cardenal qu,, 'P ocupara de la propagación de la fr, planeando ya en perspPrtiYa, se– ;;un expresión del inmortal Pontífice Pío XI, el Instituto Oriental y la Con– gregación de Propaganda Fide (69). Con sus exposiciones y repetidas instan- ª los Pontífices y Universidades cunsiguió que el Concilio de Viena el ,u,u 131 l decretara la erel'i'ÍÓn de cinco Colegios de lenguas en las princi– pa'ps ciudades universitarias del tiempo : Roma, París, üxfurd, Bolonia y Salamanca (70). Escribió también numerosas obras dP índole misional, tales como Li/Jer de gentile et tribus sapientibus; Liber tartarí et christiani; De articulis f idei sacrosa11ctae et salutif erae legis christianae; el célebn; poema hl catalún ,,l c¡u,• t:s la ¡irinwra nm ,·la misional esl'l'ita en el mundo; la famosa Jlai;1rn escrita, dice él mismo, con el fin de dirigir por la senda <lP la \ Prdad a todos aquellos que yacen en las tinieblas del <'ITDI (71¡; y otros escril<h que por la brevedad omitimos (72). En lus siglos .\VI y .\ rlI, a la nue\ a eflorescencia de la actividad apos– tólica en la Iglesia, debida a los descubrimientos de los espaf10les y portugue– ses en Africa, A~ia y Amédca, correé,pumlió tambit'·n un magnífico i1oreci– miento en la literatura misional bajo el punto de vista histórico y doctrinal. Para demostrarlo basta referir súlu algunos autores y obras más principales como Pedro 1iaffei, S. J., Hi.1toríarum indicarum libri XVI. Selectarum ítem ex India epistolarum codem interprete libri IV, Florentiae, 1588; Nicolás (Ü8) Opus Jfajus, u, p. 3(Jü-40•1, ed. J. H. BRWGES, London, 1900. Cifr. LoN– GHI, o. c., p. 35 y sigs. (ti!JJ Pío XI, en su I•;ndelica lünnn Or,, 11/aliuni.¡ seiiah a Hairnundo Lulio como prPcursor ele la C. de Prn1)aganda, del Colegio Urbano y del Instituto Orien~ tal, t:on estas palubra.s º «Aquel Haimundo Lull, varón de singular erudición y piedad, que propuso antt.~ nuet,lros Prcdeccsort 1 s 1 planes, atendidos los tie1npos, audazmente eoneehidos, acerca de la nw.nera (lp tratar los negocios y estudios de los Orientalf:s; de poner al fr(~nte dta lus HliHnlfJS a uno de los Cardenales, de esta~ blPcer expecllcionPs frecut 1 ntes C'i.'n'a de l<1s Tártaros. Sarracenos y otros infieles y cismúticos, para volvpr]os al sPno dP la Iglesiaº .. Pero, sobre todo, memorable es f•l dPcreto quP, in;-;.taneias buyas, n::Jiere, diú el Concilio general de Viena y vrornulgú Ch•1nt>11U• Y, Pn ('l cerno distaiíado nuestro Instituto Oriental.>> Act. A¡,. Sed., 1928, t. XX, p. (70) LOXGHI, o. C,, 1). 45. (71) Cfr. Y.'1.E?<'PÍ.'i V!LLAL!!A, c. M. F .• Fl n. RarnóH Lull (1235-1315), en Rev. Ex1:osi<·iti: Darn lo1w, lH'.:'.!J, IL HüO; HA1\H)N HOQUER, Ramól' í ro. <'ll JW1liotluca 11-isp. t. II, p. 265-279, Barcelo1Yc 1n:H1 (72, mond i t. dp Lul]c 1. '· '\1., en DiNionnairc dr· 'l'h(ol. Catlwlil¡ue (Lulle Ray- 11., ~ !AL nn docto artktüo ;,,ohre la vida, obras y doctrina d; llisionales trata en las coL 1108~1112,
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