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CUARTA PAHTE.-Sl'X:. I.-CAP. VIL-ART. II 419 señor C. M. Lavigerie, fundador de los Padres Blancos (1868), que dió un gran impulso a las misiones africanas. Este insigne aposto] ocupó también la sed{' de Cartago, recibió el título de Primado de Africa y fué elevado al Cardenalato (i· 1892). Los Padres Blancos han hecho campo de sus trabajos Argt·lia, Túnez, SudAn, Sabara y otras regiones africanas. Entre los misioneros de) Sabara merece recordarse el célebre ·Carlos de Foucauld (t 1916). En Libia, colonia italiana, antes de la guerra poseían dos flo– recit:ntes vicariatns, Tripolitania y Cirenaica, los franciscanos, cuyos esfuerzos t·ran poco eficaces a caw;a de los musulmanes. En J1Iarrnccus, los Frailes l\Ienores hrrn proseguido la obra de t·vangelización comenzada por San lkr:trdo y compafierns már– tires y regada pur tanta sangn~ franciscana. Actualmente existen dos vicétriat(Js : t•l de Rahat, en la zuna francesa, y el de Ma– rrm:cos, en la zona española. b) .1/ rica occidcntal.--El inmenso territorio de las <los Gui– neas, que abarca desde Senegal hasta el Cabo de Buena Espe– ranza, fué erigido en vicariato por Gregorio XYI en 1841, reci– biendo en 1845 el encargo de eva11¡:;elizarle el ct•lebre misionero Francisco l\laría Libermann (1804-1852) con los Padres del Es– píritu Santo. En 1858, del vasto territorio <le las dos Guineas se separó la rnisi6n de Sierra Leona, confiada a la reciente Sociedad de las 1\1 isiones Africanas <le Lyon, fundada por Marion de Bre– sillac. Suct·sivament(• fueron desmembrándose otros territorios del primitivo Yirnriato de las dos Guineas, como los distritos de Dahomcy, fü·nin, Togo, Níger Superior, Níger Orit~11tal, Costa de Oro, Costa de Marfil, Níger :\h·ridional, Gabón, Camerón, t'tcetera (21). El primer misionero en este período de la Guinea española fué D. Jerónimo de 1Tsera, carwllán de la expedición española de 1841, al cual se uninon despu(,s otros misioneros; en 1885 se t•rigió un,, prt>frctura, confiada al misionero Miguel Martínez y Sanz, del clt·ro de Toledo, pasando después a los jesuítas en 1857. En. 1876 volvió de nuevo al clero secular, pero en 1882 pasó defi– nitivamente a los Hijos dt·I Cor;iz<Ín Inm:wulado <le J\Taría del B. Clard, a cuy() n·lo y trabajos st· deh,· la prnsperidad de esta (~1 l ( 1 1!'. I ". \l (!: .L ¡ 11· 564 y sigs.
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