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NOCIONicS PHELE\1INAHES. - ORIGEN Y DESAH.. HIST. DE LA MIS. 17 Según narra Pedro :\larsiliu (61), Santo Tomás de Aquino escribió la Summa de ,•eritate catlzolicae fidei contra Gentes, a ruegos de San Raimundo de Peilafort, no sólo para combatir los errores contra los infieles, sino tam– bit;n para que pudiera servir a los que se preparaban para ser misioneros entre mahometanus y hebreos (62) ; podemos, por tanto, llamarla el primer tratado de Misionologia fundamental. Copiosa doctrina misional se encuentr;, Pn las otras obras del Angélico Doctor, principalmente en la Summa Theolo– gica, en Quaestiones disputatae, De reritate, q. XIV, y en los opúsculos: Contra errores graecorum; Declaratio quorumdam articulorum contra grae– cos, armenos et sarracenos. Con semejantes fines Raimundo Martí, O. P., compuso los eruditos tra– tados que llevan por nombre Capi.1trum (contra los judíos), Explanatio Symboli (contra judíos y mahometanos) y el famoso Pugio Fidei adversus judaeos et islamitas (63). Escribieron también contra los mahometanos Guillermo de Trípoli, O. P., Ricoldo de :\1:ontecroce, O. P., conocedores <le las costumbres y lengua ára– Les ,64). Lus dorniniws a la p1·eparnción apologética, escriturística y teoló– gica añadieron también la lingüística, estableciendo varias escuelas o cole– gios, donde se estudiaban el árabe, el griego y el hebreo (65). No menor impulso misionero y misionológico se nota en la Orden Fran– cis,ana, cuyo fundador, S;m Francisco de Asís, dedicó el capítulo XII de su l<egla a los misioneros entre infieles y sarracenos. De euntibus ínter saracenos t'l alios infideles (66). .San Buenaventura, promotor de los estudios en la Orden, comentó la Regla exponiendo los requisitos físicos y morales que debe tener un misionero (l.i7). En ~;us múltiples obras no son rarns los textos de dnctrina misional. De la formación misionera especial trató más concre– tamente el ductísimo filólogo y naturalista Rogerio l3acón, O. F. M., autor <le eru<lilos tratados sobre las caldea, árabe, griega y hebrea, cuyo es– tudio inculca para la conversión de los infieles y cismáticos. Declara, además, cómo la Geografía, la Astronomía, las Matemáticas y en general las ciencias experimentales con la Filosofía son necesarias ai misionero. En una parte (Ul) lJc f¡CStis Jw-ubi 1 rlyl.c,,· Cfr. CAHLO Ln!'-:c;in, L(L jorrnazione s,•,·o/o XI III, p. 1·1, !torna, 1938. O. P. (1/aymandicrna 1), p. 12. missionari tlal secolo Xll al ((12) :,JART!N (;nABMANN, Die Jfisslonsidce bci den Dorniniicanertheologcn des l:J, Jahrhundcrts, en Zcitschrift f. 5lisswnsw., l!Jll, t. I, p. 140-1·12. (Ha) CAsnnn.o rv1onc1LL0, Apunles tie liistoria llt' 1tfisiologia L'il España, en BibliotlwdtL Ilispana l1Iissirmum. t. 11, p. 27, Bai·celona, 1930. ((M) Cir. c. Lm,GHI, u. c., p. Hi-18. (f,fi) Estudio !le úrabe en Túnez (1250), Pn Barcelona (1259), en Murcia (1265), en Valent'Ül (1281); estudio de hebn•n en Ba,·edona (1281); de árabe y hebreo en Játiva (1201); tlt~ hebreo, griego, C:rabp Pn varios países; eútedras de lenguas en Pera y Cafa (13:3:l). Cfr. LoNcm, o. c., p. 24-25. Pueden eonsultarse útilmente, acerca de esta n1ateria, los pstudios de B. ALTANBH, Die Dorriinilcanermissionen des 1::. Jahrlrnnd,rts. Habelschwerdt, HJ24; Sprachstudicn ,md Sprachfzenntnisse fr;¿ Dienste dcr J1i.c;s¿on des 1::. und 1-1. .lahrhundt rts, in ZeiLschr. f. Jlissionsw., an. 1!l31, t. XXI, p. 113-1:lf,; J. GARRIDO, O. P., S. Ucúmundo <1, Peñafort y los misioneros del siglo XIII, Pll IJibliothcca llisp. Miss., t. II, p. 241-263. ({jf,) Cfr. LUCAS v.,-ADil!N<;tJs, o. l•'. M., Annales Minorwn, t. I, p. 81, Ad Claras Aquas, Hl31. Seraphicae Legiséationi.9 textus original, s, p. 4G, Ad Claras Aquas, 1897. (67) Expositio super regulam Pratrum Minorum. Opera omnia, t. VIII, p. 436, Ad Claras Aquas, 1839. 2-M

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