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CUAHTA PAR'I'E. f,I<;C. I. CAP. VII. -ART. II 413 579. Misiones en la India.-En la India, las misiones de es– tos últimos tiempos han tenido un desarrollo grande, a pesar de los trastornos ocasionados por la dolorosa controversia sobre la jurisdicción del arzubis¡m dt' Goa y el cisma (1832-86). En 1896 Leém XIII establccir'¡ la jerarquía ecksiástica en las Indias orien– tales y en Ct>ilún. L(ls jt>suítas, :--.iguiencln las huellas de San Fran– cisco Javier y del P. Nobili, han desarrollado una actividad extra– ordinaria en las muchas misi01ws q1w dirigen y con los colegios uniYersitarios ck Trichinópolis, Calcuta. :\langalore y Bombay. Desdr, 189S sostienen también t'l Seminario Pontificio de Kandy, en Ceilún. Célebn' entn· ,:sU1s misio1ws es la Chota Nagpur, donde el P. C. Lievens, S. J. (1856-1893) en pocos afios convirtió 36.000 indígt·rn1s y preparó otros tantos catecúmenos; es llamado por algunos escritores t·l «Segundo Francisco JavieílJ (10). Los capuchinos poseen florecientes misiones en Agra, Ajmer, Dehli y Simia, Gorakhpur, Jhansi, Lahore, Lucknow, donde trabajan con ctdn y con fruto, no obstante bs dificultades espe– ciales dt~I país. Entn~ los célebres misionl'ros capuchinos en la India se rlestaca la brillantt· figura del suizo P. Anastasio Hart– mann, prefrt'to Ut' la misi1'¡n (le :\grn, Yicario apostólico de Patna y Bombay. l\Iuriú el 1866 Pn fama de ~;antidad; está ya introdu– cida la causa de beatificación. Otrns muchus misioneros, como los carmelitas con sus misinnes <le Yerápoly y Quili'm, los sacerdotes del Seminario de París en Pondichery y otras Congregaciones mísionnas, despliegan todu su celo para hacer católico aquel país riquísimo y dPnsísimo en población. 580. Misiones en Birmania, Siam, Malaca e Indochina.-– E n estas vastas rq.;iones sembraron cun gran t'xito la semilla evangélica misioneros franciscanos (11'¡ ¡- dominicos, quP sufrieron con gran fortaleza y constancia las sangrientas persecuciones sus– citadas por los hrnhma1ws, las cuales fueron 1m1v largas, pues la que tuvo lugar el 1825 bajo d emperador l\finh l\Ienh (1820- 1841) duró nada m, nos que quince añus; otra, iniciada el 1848 por el emperador Tui-Duik, dur6 hasta 1858. En ésta fiwrnn mu– chos los mártires que sucumhiPron con ejemplar lwroísmo; otra (lOl Cfr. LncHET, Consir/frations sur les missinns ratholiq11,"s dans l'lndic, 18f>3; VATH, Gescl1ichte dcr Jlission von Bombau-I'una (1854-1U20), Regensburg, Hl20; J. RICHTEH, Indischc Missirmsgrschichte, 2.• Ni., Hl21. (11) L. Pf:nEz, Ori,r1en tlr las misiones franciseanas en el B.z:trcmo Oriente, en Archiv. Ibero-A.mer., t. I-IV; Los españoles en el Tmperio de Anam, Ibid., XXVIII– XIX,

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