BCCCAP00000000000000000000631
TERCf:IL\ P.\.H'n;. SEC UL t "Al'. 111. · AHT. I damente en la psiculogía clt: lc,s indíg,:nas, en la mentalidad de los no civilizado,,. i·n <;l!S nsP:- y costumbres, por la marcada dife– renci;, rk niYc'l Pl: las cultura'i; 1wrn Sf' dclw procurar a todo tran– ce. El misioiwr,1 r¡w 0 111) pmcedP ron observación, con prudencia y mucha pnsp;cacia, '.-:e e,:pcine a grav,·s decepciones y frustrará, a lo menos en par(¡•, el fruto de su apostolado. :\quí nos limitamos a indicar los obstúcu!os más comunc:,; que se suelen oporwr a b rraliz:ición de su empresa. 451. l. La desconfianza.-Lns in(lígenas, en presencia de un desconocido, es muy natural que lo reciban con pre;;en– ción y desconfianza. Las tribus salv:1jes y de carActer feroz 1P rechaz:1dm hostilmente o quizA tratr,n dt' matarle y comerle, como SUCt'de i·ntrc los antrnp:,fag( 1 s. Otras de carácter tímido, hui– rán llenns de mi"clo, retir:índosp a la sch·a. Los primeros contactos siempr1' serán <lifkiles y llenos de rPct•los (8). Los medios :' formas de atrncci{m pueden ser diversos : ser– ,·irse d:· intermediarios conocidos; enviarlrs objetos que llamen su atencir'in, como j11g1wtc·s, n'.galitos y cosas que exciten su curio– ,;idad; uc;ar fl• 1a mi'1sic;1 instrumental o vocal, como h:1cía11 San Frandscn Solano Y lns jt·suítas rn el Paragtiar; ganarse las sim– patías con limosnnc. y obras de caridad; emplear, t'n fin, todos los m,,dios orudenciales rpw esti~n al alcance del misionero (9). 452. 2. Los jefes.--Las familias, clanes, tribus o pueblos suelen ,::orwrnarsc por jefes o cacir¡ues, cuyas sevcrns 6rdl'nes si– guen cic~;·anwntc. En est,· caso, lo primero que debe h;icer el mi– sionero i:s ~:anars,· su simp11tía v amistad, con la cual podrá con– seguir cuanto r¡uiera; sin ella nada hará. El representa la rokctivichcl, ejerre snhn· i•lla podl'roso influjo, v, en ocasiones, llega h:1sta el despotism(l. l\Iientras él se rPsista, los esfuerzos ser;Ín infructuosos; cuando él se c1proxime y SP gane, se hahrá dado d paso rlt:cisivn: los n·stantes no ofr1•cpr{m ordinariamente (8) Cfr. F'o At LH'R, Ln P,Sl!(~l/nln.r,ie 1fp lrz Con'l'('rr;inn t·hc:: lf'S pruplf'S nnn riv1,- 71sf\9, París, 1H25; F'. C. H.l).H'1rr ETT, l'sychn":.orn1 and J>rhnith,c cultur~. Cambridge, 1H'.!~i: Lrr; ,-,,,·;1yn1r:!. 0 : de 7f;c,)rrr;o/nr1fc de Lm·oh:a eonfiH1('11 doctrina nntv nr,í.ctica so~ l;;·e est ns asuntos. prir,.r·i~!aln1PntP las ,,;,_:i":nienfpt• · Le.<; Asnlrations Inriir/f;ncs et lPs :urc:,,,inr.s. 1~l'.''.':í: Autnnr dY ~Jrnh!/'mc ,[(, r•c-.:1f71/11,:i11.i. 1~l:'íJ. Ics Elites en ¡,ays dr -r.nssinn, 1f127: L'A?nc (!{'s ¡;n:;J!cs (l tvan.,1fliser. lfl~~S: OlJs!ar•[cs (l !'A¡wstnfat. 1929; Lrs Conur rsinns·. 1n::rn. (9) Cfr. J. nr Zrxzr~r:r;i:,r, I:! asrcndic7,1Je rl•' una culh1ra superinr, Pn lllun1.irur– rr1 sept-oet., lB~~l. donflP s0 ref!t'l'i 1 n varios ejen1plos fliferenti.'.s dt~ atracci6n. F. C. H mTI 1:TT trata n1 los <•ap. V y YI ,Jp los faetores p.sicotógicos en la transmisión y difusión de la cultura.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz