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DE LAS DIFICULTADES PSICOLOGICAS toda conversión y otras de índole peculiar de una región, de una raza o de un pueblo. Por esto, ademf1s de lo que diremos en otros lugares acerca de ln Etnnlogía y Religiones comparadas y acabamos de exponer sobre la adaptación, creemos conveniente tratar algo sobre los fe– nómenos m{1s generales y comunes que suelen darse en la conver– sión de los infieles. Está fuera de los límites <fo la obra tratar de todos los fenómenos y de todas las regiones; pues las variantes v modnlidadt:s locales cada misionero debe estudiarlas sobre el terreno. En la exposición de estos dos párrafos nos guiaremos por las ohsPrvacioncs que nos han suministrado insignes misioneros. ARTÍCULO I DE LAS DIFICULTADES PSICOLOGICAS Y MORALES 450. La Filosofía moderna ha dado una importancia extraor– dinaria a la psicología experimental, notándose, en la mayor parte dr los autores, tt-ndenci;is nrn.terialist;is de observación unilateral e inrnmpleta. Prescindiendo d¡; las teorías errónéas y estudián– dolas apoyados en los principios incontrovertibles de la Escolás– tica )" dirigidos por el faro de la fe, no cabe dudar que aporta grandes progresos a la ciencia de la vida de relaci1'm. Y se ha dado un paso todavía mfi.s progresivr¡, creando esnecialidades, como la psicología del niño, de la mujer, del adulto, de los esta– dos profesionales, de la personalidad, del carácter, de las colecti- 7•idades, de las razas y sociedades. No debe ignorar el misionrro rstas nuevas corrientrs científi– cas, a fin dr poder aplicarlas al mejor desempeño de su misión -;uhlime de conn rtir las almas; pues Dios, en las obras de la gra– cia, ni destruye la naturaleza, ni excluye los medios humanos. El misionero de tal manera debe orar y confiar en Dios, corno si nada absolutamente pudiera hacer; y de ü1l manera trabajar, como si todo dependiera de su esfuerzo. Es preciso, pues, que observe y penetre las aptitudt•s, inclinaciones, tendrncias, carácter, índo– le, personalidad, ideología, religión, virtudes y -vicios de las gen– tes c¡ue ha de evangelizar y espiritualmente transformar. Debe colocarse entre los habitantes del lugar, como uno de ellos, en cuanto lo prrrnita la dignidad de su misión. Se comprende c¡ue en la práctica sea difícil penetrar profun-
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