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::316 AYIACIO:\' Y H.-\nIOTELEFO,,JIA E'-: MISIONES por todos. Se hicieron algunas tc>ntativas, pero no salwmos que ,·n conrreto se haya rf'alizado el provecto (60). ~ III.-Aviarión y radintelcfonin en misiones 429. Los sorprendentes progresos de nuestra época son apli– cables con grandísima utilidad al servicio de las misiones. Al mundo moderno J¡, ha invadido una fiebrP de conquista aérea por los magníficos aeroplanos y gigantescos dirigibles. Los records mundiales de resistencia, de permanencia, se han repetido mul– titud de veces y los serv1c1os regulares aéreos se van extendiendo cada vez más. Existen territorios inexplorados, de imposible acceso por mar o por tierra, vías de comunicación muy difíciles por bosques, montañas y ríos muy p1·lig-rosos. Y aunque sea posible la comu– nicación entre los misioneros, las largas distancias, la escasez e imperfección de los vehículos y otros impcdimt>ntos retardan enor– memente qul' los misioneros puedan ponerse en comunicación y contacto cnn !ns indígenas, ,·t>r ;i sus compafíPnis, prestarse mutuo (60) «No pasó d,•sapercihido a los protestantC's PI influjo trascendental que la acción médica podía ten< 1 r t>n las l'v!iBiones. y así. desc!P hace a1;.;ún tiempo, vienPn trabajando con intprf'.is ('rf~PiP.ntP. En la ciuctad de Edimburgn, por primera vez Pl año 1841, nacía una So('ihlad par:1 la uvuJa de los hombres de ciencia de Escocia. Hoy en día son numProsísimas estas Asociaciones <>stablecidas en toda Inglaterra. Por citar algunas, m,,ncionarnnos la London Jlis– sionary Association, cuya finalidad es formar m(dicns misioneros, y el Lirinustone Jfcrnorial, quP, mientras con el 1nismo fin educa a los 1nédicos et! la l~niversidad, forma a las mujeres médicas en el Zcnana Collegc Mcdical de Edimburgo. Las sociedadPs rnisionPras inglusas .sostien~•n todas ellas \'arios hospitales con numerosos médicos, como el Church Missionary Society, qrni posee 42 hos– pitales con 72 médicos; el London Missionar_11 Association, con otros 42 hospita– les, con 26 rnédicos e1.J.rnpeos 4fl n1t?dicos indígenas, y la Chh.·a Inland Jtission, con 10 hospitales, 11 médicos europpos y 15 chinos. etc Aunque no desde tan antiguo, pero ya a fines del siglo pasado. contaban los Estados Unidos de América con instit11ciones semejantes. Desde el año 1885, en el que se establecía una escuela supPrior de medicina para los misioneros en Battlc Cree/e, se han multiplicado en este país, donde la ll11ma de entusiasmo protestante en tan intpnsa, esto~ centros de ::i.postolado por tnclos los Y◄~stadns T'"nidnB. Otros pueblos protestantes de Europa tiPnPn tarnbi(>n orc'anizada esta activi– dad de propaganda ,•vangélica. Tiolmvla cuenta con <los Institutos médicos de Mi– siones, uno en Rotterdam y pl otro en Am~terclam; Alemania, ·que establecía el año 1808 la primera institución mé,lica de Misiones, ha conseguido fundar en estos últimos años, 1:1, entre las que dt>:--rnPlla la Deuschr·s Institut jiir acrztlirhc ]fJission de Tubinga, con su magníílco pensionado r,ara los alumnos misioneros y su hos– pital propio, en el que se hallan instalados los que padecen enfermedades pro– pias de los países de> !Y-fisiones, rnra así podprsp PSf1í.'Cializar los alumnos,>) Pasto ral del Sr. 0/Jispo de Yitoria. en T!htminare, julio-agosto, 1828, Cfr. también DR. J. HAVET, Les m,'dcrins missionnaires, en Autour du probleme de l'adaptation, Compte rcndu. º- c., p. 166-
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