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DE LOS l\It,:rJIOS rns; Ol{DEX )L\TEHIAL 420. 2. Las obras de educación.-Para conseguir los fines intelectual,·s de que hemos hablado, ad(:rnás dd personal docente, se necesitan lihros, locales, escuelas, colegios, l 'nivt>rsidades, Se– minarios, etc. 421. 3. Las obras de beneficencia.---Igualnwntc son indis– pensables los hospitales, orfo natrofios, leproserías, dispensarios y otras obras de beneficencia para socorrí'r n !ns c11frr,11<1s, indi– gentes, inválidos ... Existen ackmás tribus y pueblos de baja cul– tura en los que faltan las leyes del pudor y de la decencia cris– tiana, ,. en Sl'llWjant\·s raslls los misio1wrns d('hcn n°111r l'n su :1vudn. prop<>tTÍ()J1;Í11dnl1·s ropas, ,·1·stido•; ,. cuantu l'S necesario ¡iar;i viYir con d1·corn individu;1I, l:1mili:1r , soci;il. 422. 4. Otras obras de civilización.--- Para la civilización y cultura d1• un país se necesitan el cultivo del terreno, la admi– nistración de la propiedad, el fomento de la agricultura, de la ganadería, de la minería, de la industria, del comercio, etc. Son indispensables las vías de comunicación, como carreteras, ferro– carriles, canalt•s, acunlurtos, saneamiento de terrenos, construc– ciones de vivi(•ndns, formación de ptwblos y de cristiandades. De todo esto y muchísimo más, que f/icilmt'nte puede suponer el lector, es necesario qut• se preocupe el misionero, para que su desfile por los países de misión sea luminoso, triunfal, cristiano, civilizador, culto y religioso a la vez. ,123. ¿Cómo se atiende a tanto gasto? -Son muchos los mo– dos. Entre otros enumpramos hs Obras Misionah'.s Pontificias, la:-, Uhras particulares, 1:ts c\sociacinnes 1·stahlffidns con ('Ste fin, las iniciativas personales y los donativos de la caridad cristiana. De todas ellas hemos hablado en la parte cooperativa, y por este motivo no nos detenemos aquí más. Además de la caridad cristiana practicada por los católicos en los paÍsps va civilizados, dPlwn cooperar también a los gastos ingentes de las misi01ws los mismos con1.wrtidos, principalmente por t·l trnh;ijo _\· la t•xplot:wiúIJ del terreno, muchas \TCl'S virgen y fructífero. Los Cobiernos dl'berían también socorrer a los misio- . nNos y misiones de sus naciones, como lo hicieron antiguamente los R~yps de Espar\a :· Portugal y los Estados ya civilizados con sus respectiYos territorios, que están tochwía sin civilizar, como suce<le Pn la. Repiíhlica c!P '\renezuela.

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