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308 DE LA E:-;SEÑANZA ner de un número suficiente de seglares instruídos., de confianza y buena voluntad; porque, aunque el celo y la actividad de un sacerdou• sea grande, no puede dl'dicarse a tocio. Sin ellos muchos cristian;JS qut>darían si,1 instruir y muchos párn1los morirían sin bautizar ... La preparación de estos catequistas se consigue por Escuelas tJspeciales, establecidas para este fin. Tambi{·n el misionero suele revnirlos alguna vez al año para instruirlos con más amplitud en algún punto doctrinal o religioso y practicar los santos ejerci– cios ( 41). 412. 3. Escuelas elementales.--La escuela es un factor dt· primer orden, una palanca de gran potencia para levantar al pue– blo pagano de la abyección. No se puede prescindir de ella en la i\Iisión. l\Iisiofü'S sin escuelas serán misiones sin porvenir y sin estabilidad. En ella deht, plasmarse el alma pura y dócil del niño, del joven y aún, en casos dados, del adulto, según los moldes cristianos. Las elementales son las de las grandes masas, las que proporcionan una instrucción común al pueblo. La Iglesia, como '.\ladre educadora, abre esos centros docentes a la multitud, sin distinción de clases, y cifra sus esperanzas en la buena S· milla que arroja en los corazont'S infantiles. 413. 4. Escuelas Normales, Superiores, Profesionales y Universidades.-Las escuelas de Artes y Oficios, las de I\Iagiste– rio, las de cultura superior, las de profesiones particulares y la.'i Universidades son de importancia trascendental para la influen– cia del misionero (42). Por medio ele ellas se irá introduciendo poco a poco en las altas capas de la sociedad e irá formando los futuros jdes y dirrrtores de la nación, los empleados públicos ... Informados seg1ín la vrrdadt:ra ciencia cristiana, ejercer{rn el apos- (41) Escribe a este> prop6sito Pío XI: «Nec alía de r,, silendum, quaP ad E.-an– gelii propagationem pern1agni rt:ferat: quanturn scilicet pr(H.lerit, catechistaruni multiplirari rmmerum --sicc europa!i,. sin·. poti11s. e.l' indiqn1is deligantur– missionalibus opcram na1·cnt füam. catcehumcnos potissimum erudiendo et ad ccnnpurando: <!llº~ qu i,it 0 1n c:nuclli~tac.; qua\p,:,; oporteat, ut non tam verbo quam vitae exemplo infüleles ad Cliris!um al!iciant, dicere vix attinet. At vobis, Yenerahiles Frates, DilH,ti Filíi CPrt.nm decrPtumquP sit. pos accurate instituere, ut doctrinam C'atholican1 calleant, Pt, C'um eam proponent atque ex• planahunt, ad mentem intelligPntiarnqnp auditorum accornmodare se sclant: quod facturi PO conunodius sunt, quo indigPnaruni naturarn interius pPrspexPrint.» Re rum Ecclesiae, Act. Ap Sed., l!l26, t. XVIII, p. 78. (42) P. CHARLES, S. J., Les ['ni1•ersités en pays de mission, en Autour du pro– t,Ume de l'adaptation, o. c., p. 117 y sigs.; P. DE MARTELAERE, S. J., L'enseignement universitaire aux Indes. ihid., p. 134 y sigs,

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