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304 DE LOS SAl'HAi\IE:\TOS obtendrá también la formación y organización de buenas familias, base de excelentes cristiandades. 403. 6. Orden.--Este pertenece a la autoridad competente, a quien incumbe observar las leves eclesiústicas v las normas de la Santa Sede sobre la prt'paraci~m y formaciún ¿iel clero indígena, de que hemos hablado arriba. Superiores y súbditos fomenten las vocaciones sacerdotaks y cultiven con cariño sing·ular las tenden– cias e inclinaciont's bunws de !ns aspirantes. Esas tiernas plantas, C(Jlocadas en terrl'nn f{ ,r1.íl y ndti\·adas con esmero, suministrarún copiosos frutos para el pory,,nir d,, la misión. 404. 7. Extrema-Undón.·--El santo \'iútico y la Extrema– Fnción son los t'iltimos consuelos que la Iglesia prodiga a sus fil'– les hijos para transportarles de esta Yida temporal a la e1erna. Siendo el paso decisi·vo, es nlC('Sariu poner todos los medios y esfuerzos para asegurarle bien. Es sumamente censnrahle la prúctica de administrar t·Ste sa– cramento a {1ltima hmii, cuando los rnformos estún ckstituídos de los sentidos. Es ¡irefrrih]¡• adelantarse algo, en tiemp() toda– vía oportuno, para qu<' prnduzca sus dec:tos, de recrear al enfrr– mo, de fortalecerle contrn las tentaciones v sanarJ¡•, si le cunviene. A11nqm, per se t'S sacramrnto de Yi-vos, si;1 embargo, ,pcr accidens, -también es de muertos. Admitidas hoy, si·gún los principios de la ciencia, las muertes aparentes y cnnfirmadas por la experiencia de muchos casos, e ignorándose el momento preciso de la S<'.paración del alma del cuerpo, es de nhligación administrarlo, por ln menos sub co11cii– tio11e, cuando en !ns recí1·ntenwnte fallecidos no existen tudada ciertas y "Yidentes señales de la muerte verdadera y real. Los misioneros, principalmente si son púrrocos, llt'varún con ürden los libros de bautismo, confirmación, matrimonio, defun– ciones, t·tc., para todos !ns efrctos canónicos y formar, de cuando t'n cuando, las estadísticas misionales, testimonios frhacientes de los progn·sos de una misión. 405. 8. La Liturgia.-·Intimamente unida con los sacramen– tos está la Liturgia, por la cual entendemos, no sólo la observan– cia de los ritos y ceremonias en la administración de sacramentos, sino también en todas las funciones sagradas. Procure el misio– nero solemnizar lo posible la administración del bautismo, prin-