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TERCERA PARTR - SE<:. TL - CAP III adultos y vwios las ideas v formuli~mns religi¡,sns: crimo sacerdote, tiene m1p hauti?ar, prPdicar, f'.asar, ahsllh"er v celebrar Pl Santo Sacrificio: como mrldiro, farmach1ticr, y enfermero, tiene que visitar v asistir a lns enfer– nms. prpparnr 111, renwdios v aplirarlos, construir los ffretros v sqmltar a 1,Js muertos: romo abogado, tiene dPfPmler a los pequeños contra los :,;ramlPs; los ¡•xtranjeros, de lus de !ns imHgenas; a (,stos, del yugo rlr• los extranjeros: r·omn juez y tienp que n•ronciliar a lns <'ne- migns P im¡wdir la ¡,fusión dP 0 angre: e0mo car¡iintern, zapa1Pro, albañil, operari(), drquitpc·to inr:eniPro, tiene qup fahri\ar ca-.;as, lglesi~ls, ciu– dac!Ps, tr:,z:,r c·al11, 0., spcar pantanos, tronchar (,rh(llPs m::ilrlficns y plnntar los fructífPros; tierw c¡uP semhrar v reco¡;Pr, talar los bosques v hacer fl,,_ 1 Peer los desiertos; asi Pjerce tudos los oficios: su vida la p:,sa cid altar, a la dtedra; c!P la pila bautisrn:11, al confrsionario; dP la cuna del reci( 1 n riaeido, al lt>c!rn del :1gr,nizant1•; d<' b a la e,cuel:i, al asilo, a la cantPra, al l:1bcmlt"rio: nin:(tm oficio Jp humilla, ninguna necesidad le retiern', ninguna "mpre,a le di;sanima: de sus manos, de sus ojos, de su crrazón, de sus labius, dP su fr, salPn ríos de ht?, de bondad, de ciYiliza– ción, dP sin que nin~:una idea df, lucro le im¡mlsf:: no Pxi1~e ni nro, ni JH~d:1\.,.. ni ab~il<1rios, ni \·p-.;fido..; di, subido ·; lo (;ut> da, lo da r;ratuitanwnte. Para encontrar palabras capacC's traducir tanta l-;(•ne- 1•nsidad, tanto desinterés, es predsn recurrir a las Sagradas P!i;.:inas y ;1plicar al discípulo lo quP se dijo del MaPstro : Sr entregó a si mismo sin rrspr.•11 v sin ambición···" (15). Estt' <:s el rt'SunH:n de los fines misionales, llevando al hom– bre caído, fJUt' e: 0 tá fuera de la Iglesia católira, la salud clt•l alma \. del cuf'rpn, los hiPnes sobrenaturales v los naturafrs, los indi– viduales, fomiliare', Y sociales. CAPIT1:'LO III DE LOS MEDIOS 885. Concepto.---Es evidente que todo fin n:quiere nwdios ::propiados para su consecución. Y a11nqt1f' la uhra de la salvación ele las almas PS de Dios, como dice la Sagrada Escritura: Sisi Do– miniis aed1ficaverit domum in ~·iÍn·um labora'1•1·runt qui aedificant eam (1); sin embargo, también dire San Pablo que somos coad– jittores de Dios (2). Según sus planes proYicknciales, exige nues- (15) Citado por el P. MANNA, La canversione drl mondo inf, dele, p. 157-158. Milano, 1920, y por los PP. S!LvEsTm-PMIPio"A· ne ... , Lo que de/H' saber nn mi– sirmero, p. 159-160. (1) Psal. CXXVI, L (2,) J Cor., III, 9.