BCCCAP00000000000000000000631

290 DE LOS FIKES IKTELECTU,\LES Arnícuo 111 DE LOS Fll\'ES I~TELECTUALES 379. Las ~1isiones católicas tienen por fin genérico salvar las a!rnas y por fin específico establecer la donde los hom– bres encuentran los medios de salvación: ¡)('ro, rc:dizandu esos dos fines primarius, por necesidad causar/in otros bene- ficios en el orden intelectual. y moral. La en sus act1v1- dades expansivas, ha sido y es a la Vt'Z salvadora y civilizadora. En efecto : ella trabajó, donde quiera que plant¡'¡ la Cruz, por aholir la esclavitud, las costumbrc.:s inhumanas y bárbaras, la rus– ticidad del ánimo y los sentimientos innobles, d despotismo de los _mAs fuertes y la odiosa dinrsidml de G1stas. r, Quién ignora la transformación que obró la lglesi:t t'n los feroces habitan s ck las selvas alemanas, l'n bs belicosas tribus de las Galias, t>n los piratas normandos, en las hordas de los magiares, t·n !ns indios antropófagos, en la colonización de América, en ,,¡ Japón, en la Oceanía y en el Extremo Oriente? Ninguna rcligiún, comu b católica, ha logrado llevar a los países salvaj('S d<' la tierra la fe, la doctrina, los dogmas, las costumbres morales :r la pros– peridad y civilización más elevada en armonía con los principins éticos v sobrenaturales. 380. Factores de la civilización.·--El perfecto desarrollo del ser humano en sus legítimas aspiraciones, tendt·ncias y órdenes de la vida, para que sea completo, necesita tres factores principa– les : a) la ilustrnción de la inteligencia con el conocimiento <le las verdades; b) la perfección de la voluntad por la conformidad con la ley y la virtud; e) la satisfacción ordrnada de las 1wcesidades físicas. Esta triple finalidad entra, por lo menos indirectament,·, en los fines secundarios de las misiones. En este artículo tr:itan·: mos de los dos primeros, y en d siguiente del tercero. 381. a) ORDEN INTELECTUAL.-·-El desarrollo intelectual y científico es una necesidad en el hombre. Síguese de aquí la , 1hli– gación de la Iglesia y del Estado d~ concurrir al progreso de las ciencias y de las artes. La Iglt~sia en todo tiempo favoreció el estu– dio y la enseñanza para los aspirantes al sacerd(lcio y para los seglares. Ella fundó y propagó las célebres escuelas episcopalt>s,