BCCCAP00000000000000000000631

276 llE L ·. P.\TH!A L.\ :\llSiüX pertenecer al clero secular o regular, a Ore!, rws antiguas o Insti– luto,; modernos, a Sociedades especiales o St·minarios de :\Iisio– nes. \ lus sacerdott-s, que son lo" propiamente misioneros, se Sl!L'lP aiíadir 1ambit'n otro person;tl auxiliar como Hermanos legos, rdigiosas, m:lestros, catequistas, 1rn'•dicos, vk. El personal rnisio- 1wr,i puede ser cxtranj.·rn, indígena o mixto; ,\cerca ckl personal indíguia nos on1pan•11ws en los lugares oportuuos; aquí consi– dc•ramus princip:ilnwnte el personal que abandona sn pa1riit, para trasladarse a un país extranjero de mic;i( 0 Jll (1) . .\ Rl ÍCTJLO I DEL\ PATRH A LA MISION 354. l. Despedida.--Ei misio1wru que se sirntc con ycrdade– ra nJcacion y debidamente pn·parado pma salir al campo del com– bate deh,,, :tn ,, tod,J, pedir y obtener leg·alme11t!' b misi<rn divina, por medio d1· la autoridall c1,mpet,·11tt:. Adquirir todas la~ facul– tades nece'iarias de sus supninres respectivos, a quienes compete dderminar el viaje y d lugar de la misión. ,\ rmacln el nuevo soldado de Cristo con las armas ('Spirituales, científicas \' legales necesari:is, debe despedirst· corno un v('rda– dero Apóstol. Su despedida no conviene que sea muy larga. Cum– plidos los cldwres que impone la piedad y la cristiana educación para con la familia, debe generosamente abandonarlo todo : pa– riPntes, amig·us, pueblo y patria, para consagrarse a la gloria de Dios v salvación de las almas. En la iglesia o casa de donde partan los misioneros será con– v~·niente hacer alguna solemnidad religiosa y familiar en la que tornen parte !ns compañeros, colrgas, hermanos ele húbito y los fie!Ps, para dar la imporU1ncia debida al acto y estimular el inte– rés por las misiones. Estas solemnes c!Pspedidas, bien pn·paradas y organizadas, s·,•rftn de consuelo al misionero que parte, y cau– sarán profunda impresión y dt1lcl' recuerdo en los que quedan. 355. 2. El viaje.-Dma1,t!' t'l viaje necesita d misionero gran sentido práctico, modestia y circunspección, cultura y sacrifi– cio. No es un turista que viaja por curiosidad o sport, ni un comer– ciante que va en busca del negocio; es 1111 apóstol enviado por J esu– cristo, cuyo t'rnico ideal es la conquista de su reino. Lo que des- (1) Muchas eosas qup ,iirPmos d<'l personal <'Xtranjero son aplicables también ;;l indígena.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz