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240 DE LA UC'ilON :\USIOXAL DEL CLERO ríos, Parroquias, a las Asociaciones de importancia, a la Acción Católica, etc. b) Con ocasión del quincuagésimo año de la fundación de la Obra se lanzó la iniciativa de fundar un gran Seminario Regio– nal en Nigeria (:\frica), con el nombre de las Fundadoras. e) El Consej(> c;eneral hace celebrar una JI1sa cotidiana en el Carmelo ele Lisieux, ante las reliquias de la Patrona, con el fin de obtener favores para los seminaristas indígenas y sus bien– hechores. d) En 1946 se ha inaugurado el nuevo Colegio de San Pedro, en Roma, para sacerdotes indígenas ele los Seminarios de Misio– nt's, a Jin de que puedan frecuentar el Ateneo de Propaganda Fide r ()btener títulos académicos. a25. Publicaciones.--A norma del i\lotu Proprio Decessor Sosler, la Obra de San Pedro Apóstol publicaba, en unión de la Propagación de la Fe y el Secretariado de lá Cniún l\Iisional del Clero, un volumen anual con el título: Acta Cooperationis Mis– ,ionariae Sanctae Sedis. Por breve tiempo el Consejo General pu– blicó también la revista Coninwnicanda, que contenía las comu– nicaciones generales, las noticias de las Direcciones Nacionales y las informaciones de los seminarios indígenas. Desde el 29 de junio Je 1946 se edita solamente Acta Pontificalimn Operum a Prnpagatione Fidei, a S. Petra Apostqlo pro Clero Indígena et Piac Unionis Clcri pro Missiunilius. ~ 1\ .· D<' la l nión :11 isional del Clero 326. El sacerdote y las misiones.- Y a hemos hablado de la educación misional que se deb,~ <lar a los aspirantes al sacer– docio y del n·lo que debe arder en el pecho de todo ministro del Altísimo por la causa redentora de las Misiones; sin embargo, no creemos inútil indicar aquí de nue-vo algunos conceptos. 1.º Los vt·rdaderos sucesores de los Apóstoles son los Obis– pos, a quienes puso Dios para regir la Iglesia; pero la acción inmediata más rnmúnmente se ejerce por los sacerdotes: éstos catequizan, instruyen, predican, bautizan, confiesan y adminis– tran otros sacramentos. Siendo luz del mundo y sal de la tierra, deben iluminarla con su ciencia y doctrina, y preservarla de la corrupción moral con la fe y buenas costumbres.