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232 1'f[isa cotidiana por todos los socios difuntos y por cuantos piden sufragios dando cualquier oferta, aum¡ue no sean socios. 2) La misma Asamblea, en el mismo año 1926, deliberó tt~ner todos los años en el ppm'iltimn clnming-o de nctuhrP b Joma.da Misional Uni– ~•ersal, r¡ue con tanta solrmnidad v pficacia se vienr celebrando en todo rl mundo cat6lirn. Es un día de macinnes, de cultura v de propaganda misional. En todas las misas se añade la colecta im– perada pro re gnwi, pro propagatinne fidci; sr predica sobre las misiones, se hace intensa propaganda oral y escrita: la prensa católica y las radios lanz~rn sus reclamos, y, g-eneralmente, la vigi .. lía, el presidente, Secretario de Propaganda Fide, suele exhortar por medio de la radio a todo t'l mundo. Desde 1940 recibe esta J or– nnda misionerH el nomhrP <le Domingo :\Tm1<fü1l de la Propagación de la Fe. 3) En el 1927 SP rlPterminó ln instituci6n <le la Agencia lntcrnacinnal Firlcs, de ln nwl hahhn·mos por separado más aclf,Jant('.. 4) En el 1934, el Consejo votf, por unanimidad la inme– diata p11hlk:1ci/m del Boletín: Laf,nrcn;us pro missionilrns, en las cinco 1Pnguas de ln Fides, PS decir, en itafürno, francés, espa– ñol, alemán e ingh~s, que sea como el port,1voz de la Obra y sirva como rle lazo de unión entn' !ns ConsPios Narionales y el Consejo S11pprior Romano (9). La Ohm de la Prnpagacifin de fa Fe, no obstante la dificultad v mispria de 1os tiempos, rst{1 pn plr>na efidrncb. Sr ha difundido Pn torio el mundo, Mm Pn p;iíses dP misión. v tiende siempre a rrecPr Pn inPTPSOS v socios. ,-, " - ~ II.---La Obra Pontificia de la Santa Infancia 313. El infanticidio es un crimrn antiquísimo. Los fenicios y cartagineses ofrecían las vidas de sus hijos a Saturno y otras deidades ; en Grecia los legisladores y filósofos lo sancionaban ; Salón permitía la venta; Aristóteles la aprobaba, y Platón man– daba matar a los débiles Y rontrnhechos. En la Roma pagana los padres tenían dered10 de vida o muerte y muchos los estrangu– lahan. Estas doctrinas Y pdcticac; hrntnles no se han terminado Pn el pag-anismo moderno. Jesucristo dijo: Dc¡ad que los 11 ,e atcrqucn a mí (1). So- (lí 'lfath., XIX, 14,