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226 DI•J L,\ COOPi,;RACION l\IIS. HISTOHL\ 302. 2. LAs LDIOS:'.\'AS.-El dinero es un pt'.simo serfor, pero un l'Xcelenk sen~idnr. Con el dineru se ayuda a ,·nviar las almas al paraíso. Para socorrer las ingentes necesidades de las misiones y misioneros, y llevar a cabo las múltiples ubras de todo género quv se deben realizar e11 el campo misiu11al, sun necesarias las limosnas. Benedicto XV decía : ((Para S()<-;(t ner las misiones SP requieren nu pocos medios materiales. Llamamos, plH'S, a la puer– ta de lodos los buenus, a fin de que, en lo:-; íímites dP sus fuerzas, pro,~ean con largueza)) (17). Y Pío XI 110 dudaba, desde las altu– ras de la Sede de Pedro, (:xtendn la mano suplicante a todos, pi– diendo ayuda, socorro y contribuciún ( 18). Pt,dir por las misiones es hacprnos mendiwis pot' Cristo. Las limosnas pueden ser espon•– táneas, sin tiunpo y límite determinados; o tambi(:n ofrecidas en tiempo y en cantidades fijas. Se pued('n !nen inscribi(·ndose l:n las Obras misionales, de las cuales halilaremos mús :uklante, o en determinadas circunstancias. 1. 1 no puede ayudar suscribiéndo~e a revistas o enviando limosnas para las misiones en gerwral o para tas de un Instituto particular. De las formas más corrientes usadas en Ja actualidad trataremos mús adelante. Lo que importa ,'s con– ct:rrir y dar generosamente nuestro óbolo para extender la Igle– sia de Cristo (19). 303. 3. L\ l\IL-LTH'llCAUÓ'.'l DE oPr:RARIUS. -El tcrcl'!' modo de cooperar t:s prncurar aunwntar los operarios de la vií'ia dd Señor. Esta cooperación puede ser din·(·ta y personal, cuando uno, sin– tiéndose con verdadera vocacÍ<Ín, ahandonúndolo todo y a todos, va personalmente al campo misional con el fin de trabajar t'n la conversitín de los infid<~s. Puede sn indirecta, ayudando las voca– ciones misioneras. La Providencia divina suscita vocacion1·s mi– sioneras muchas veces ele las clases humildes que no disponen de medios suficientes para cmsar sus estudios. Ayudar generosamen– te a estos j6venes para qur' se hagan dignos operarios ele· la viña del Señor es un excelente modo de cooperación misional. Se pue– den ayudar los jóvenes aspirantes estahkciendo becas, pensiones o dando ofertas para los Seminarios dt· 1\1isiorws Extranjeros exis– tentes en la nación. (17) Cfr. ,Ua:rimum illwl, Uiirl. p, 4r,:i. (18) Cfr, Rr'rmn Jfrrlcsiar. n,id., p. 7:?. (IH) Gornrnr, o. f'., p. fl7 y sig~