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138 toles, sino que SP bahía de prrprtuar i~n sus sucesorPs hasta el fin de los tiempos, mientras hubiern en b tierra hombres quP sn lvar por la verdad)) (9), ya que los Ap,'istolps 1w-ihieron nquPlla misión rnmo representantPs quP eran <le la TglPsia. Confirma esta doc– trina el Código de Derecho C:rn1'inico, PI rual dicr. que enseí'ínr h doctrina evangélica no es solamrnt<' un <len·cho, sino tamhih1 un ddicr dP la Iglesia: (<F:cclesiae, indcpendentcr a qualibet ri7 1 ili pntestate, jns est rt officium gentes nmncs c•vangelicam dnc– trinam dncendiii (can. 1322, ~ 2). Además del mandato explícito y categórico de J Psucristo, sP deáurP tamhién la ohligadón moral de b naturaleza y fin de la Tg-lrsia, qur no es otro qur rontinu:ir b obra re<lrntora de Jesu– cristo v extPndrr pnr to<la la tiPrra su rPin:i<lo. Ncaue cnim ad aliud ;rnta Fcclesia est. nisi 111. re.r;nn f'liristi 11l1ique terrarnm dilatan dn, uni·ucrsos hnmin es sa lu taris redcrnp tin11is participes cfficiat. dirr el Papa Pío XT (10). Estando, por ronsig11Íente, la Tglrsia nhlig-ada a llenc1r el fin ¡,ara el ru:il fm~ fundada, ha rlP estarlo, ¡,or ronsecuencia lógica, ;1 pnner el nwdio nrcesario p[lra consrguirln, que es la evangeli– zación drl mun<lo por mPdio de bs misiones. Los dPheres misio– na1Ps en b Tg1Psiri son <le rnpitnlísima importancia. Parn com– prc'n<lf'rlos mpjor clrsrrn<lPTrrnos en particular a cada una de las divPrs:1,s cntegnríris prindpriles ne los miembros que componen rl C1wrpn Místico <lr Cristo. ARTÍCULO II SUJETOS DEL DEBER 178. Entre los católicoc; ninguno duda de la obligación mo– ral, en general, de propagar la fe por todo t·l mundo ; pero es evidente que no a todos obliga igualmPnte, ni pueden cumplirla de la misma manera. J Psucristo <lió el mandato in solidmn al ColPgio Apost<'ilico, del cual pas<'i a sus sucesores. La obligaci<'in compele primariamente al Romano Pontífice, sucesor <lP San Pe– dro en el primado, y subordinadamente a los obispos en comuni– cación con el Sumo Pontífice, como sucesores de los Apóstoles (9) Ma.-x!mum mud, Act. Ap. Sed., 1919, t. XI, p. 440. (10) Rerum Ecclesiae, Act. Ap. Sed., 1926, t. XVIII, p. 9.