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Jes, cismat1cos, apóstatas, de jure, son súbditos Jel ~umo Pon– tífice Romano. En esto están confornws los canonistas. 253. Obligación de las leyes eclesiásticas.--Pero los cristia– nos acatólicos, o los lwrrnanos separadl)S por la hen·jía, l'l cisma o la apostasía, i, t•stún nhligaclos dí' heclw a la ohsen-ancia dt• J;1s lt•yes eclesiústicas? Pcr se, según el principio t-stabl,:cido, no hay duda alguna. Pvro los moralistas su¡•Jen hacer distinci(ín. En cuanto a las ll'.yes qut> miran al hit•n público, conw, por ejl'.mplo, los impt>dirnentns para el mntrimnnio, ciNtamt'Tlte l'Stán obligados. En cuanto a las h·yes que se rd1nc11 al bien privado o santifica– ción personal, v. gr., el ayuno, oír l:1 misa, etc., se disputa entn· lus autures. H. Nnldin, S. J. (l); F. C;1ppt·1lo, S. J. (2); G. l\li– chHs, O. F. 1\1. Cap. (3); :'\T. Cnrnnata, O. F. l\I. Cap. (4), sos– ti<'ncn f[Ut' pi•r s,: 1'.sl;in obli~:·adns a tudas, a trn, ir del Código, si positivamente no St' exceptlÍan. Otros autores, nntes y dt·spués dt•l Ct'idigo, dt•fiend1•n <711e probablPnwntP se prt'.Slltnen l'Xentos. Th. Jori_o, S. J., <lice que rs una opinión muy probahlP que no t•st{m ubli~;ados (5); 1\Tichiels a<lmilt' tarnbi,:n, en la práctica, la pr,ihabilidad cxtrínscra de la sentencia nt'gativa (H). Por tanto, el Rnmann Pontífice, no sólo pnr P] rlNl•chn divino ck pwpagar la fe q11e tienr'. ,.;ohre tndns hnmhrPs, sino también l'll vir!nd de ];1 jurisdicción Y dominio qu<' r l lim1lismo le concede sol)n· todo,; los cristi:mns, católicnc; o ;watr'ilicos. tiene perfecto v ahsolu1o derecho de l'Xtt'11<1Pr la Yndader:1 fr, de prr·dicar el EvangPlio. de no st•r impecliclo en .sus esfuerzos para atra('r a los hermanos 9'parados a 1:1 uni<lad ele 1:1 Iglesia ca1t'>liu_1. P1wdt' en– ·dar misirnwros, formar en medio de hs n,IPctÍ\·icla<les <k herejes y cismntic()s ct·ntros dP a,1ivicbd misionera, organíz;1r la vida c;1t6li,a como le plazca. Todos aquPllns dPrerhos que tiPnP sobre los infü·les, los ti(•Tw 11 fnrtinri solrn, lwn·jvs. cismátic,1s v após– tatas. 254. División territorial entre las misiones católicas y aca– tólicas.- --Alguna vez, en tiempos modernos, se hallan las misiones (1) Summa Thcologiae Jfnrali.s, t. r, De l'rinripiis, n. 148, p. 1fí2-1:'í3, 0Pn!prm– te, 1fl37. (2) Summa Juris l'u/Jliri Rrr·lcsfristici, n. :lfJ4, p. 3(M 3()fí, Homae, lfl36. (3) Nnrmac Generales Juris Cannnici. r:omment. Lib. I, C. J. C., vol. I. p. 282 w. Lublin, rnw. (4) Institutiones Juris Ganonici, vol. 1, p. 14, Taurini, lfl28. (fí) 'I'hco!ngia 1!nralis, ,;ol. I, n. 127, p. 127-128, Neapoll, 1938. (f¡) 0. P., p. 2~fl-~{)(l,