BCCCAP00000000000000000000631

PTIIl \IF.RA P,\RTK C.\P. IV · ART. II 130 toles, sino quP se había de perpetuar rn sus sucesores hasta el fin de los tiempos, mientras hubiera Pn la tierra hombres que snlvar por la verdad)) (9), ya que los Apóstoles recibieron aquella misión cnmo representantPs quP eran <lP- la lglPsia. Confirma esta doc– trina PI Código dP DPrPcho Canónico, PI cual dice que ensp11ar J;¡ doctrina evangélica no es solanwntt• un derPcho, sino también un dc/icr de la Iglesia: (( Ecclesiac, indepcndenter a q1w.libet ciiiili potestate, jus est et nfficium gentes mnncs e~wngclicam doc– tri11am doccndi)) (can. 1322, ~ 2). Adem{is del mandato explícito y categórico de Jesucristo, se deóuce también la ohligaci{rn moral dt' ht naturalt•za y fin de la Tglesin, que no es otro (]UP continunr la ohm redentora de Jesu– cristo v P,tPndPr nnr toda ln tiPrrn su reinndo. Ncq11c cnim ad a/htd nata Ecclesia cst, nisi 11t, rc.';nn CT1risti ubique tcrrarnm dilatando, 1tnivcrsos homincs salutaris rcdcmptinnis participes 1,fficiat. dire el Papn Pío Xl (10). Estando, por ronsir?,"uiente. fa Iglesin oh\ignda a llenar PI fin parn el ctw1 for- fundnda, ha CTP pstnrlo, por rnnsecuencia lógica, ri ponPr p\ nwdin nprps;irio pnrn conspguirln, que es la evan.e:eli– zarión <le! mundo por mP<lio de !ns misiones. Los deberes misio– na les en 1:i Tg1Psia son de rapitnHsim:1 importnncia. Parn com– prPndPrlos mpjor ckscrnderemos Pn particular a cndn una de las divnsas categoría.e; prindpnles rk los miembros que componen P1 Cuerpo Místico <lP Cristo. ARTÍCULO II SUJETOS DEL DEBER 178. Entre los católico-s ninguno duda dt' la nhligación mo– ral, en general, de propagar la fe por todo el mundo; pero es evidente que no a todos obliga igualmente, ni pueden cumplirla de la misma manera. JPsurristo <lió el mandato in solidum al Colegio Apostólico, del cual pasó a sus sucesores. La obligación competP primariamente al Romano Pontífice, sucesor de San Pe– dro en el primado, y subordinadamente a los obispos en comuni– cación con el Sumo Pontífice, como sucesores de los Apóstoles (9) Maximum Wud, Act. Ap. Sed., 1919, t. XI, p. 440. (10) Reru.m Ecclesiae, Act. Ap. Sed., 1926, t. XVIII, p. 9.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz