BCCCAP00000000000000000000631

114 LA IGLESIA, CUERPO IIIISTICO DE CHISTO es la Iglesia católica por él fundada, y que los !;eJ,,s sean los miem– bro:-; de este Cuerpo 'l\1ístico, es uua doctrina abundantemente ma– nifestúda en bs Epístolas ele San Pablo y en toda b tradición eclesiástica antigua y moderna. 1 )el copio~o material súlo selec– cionamos algunos tP:.:timonios. La Iglesia ss un cuerpo único, visible, formado de un modo orgánico y jerárquico, cuya Cabeza es Jesucristo. Et ipse cst wput corporis Ecclesiae (5). Nosotros somos ese cuerpo de Cristo y miembros los unos de los otros. Vos aulcm cstis corpus Christi <'f mcmbra de mcmbro {6). ((Porque así CDmo en un solo cuerpo LPIWmos mucho:-; miembros, mas no tndos los miern !,ro,; tit t;l n ,.¡ mismo oficio; así nosotros, aunque seamos muchos, iunnamos t:n Cristo un solo cuerpo, siendo Lodos recíprocamente miembros los unos de los otros (7). ((Así como el cuerpo [humano J es uno, y tiene muchos miembros, y todos los miembros, con ser muchos, son un solo cuerpo : así tamhi<~n Cristo. A cuyu fin todos nosotros somos bautizados en un mismo espíritu para componer un solo cuerpo, ya seamos judíos, ya g-Pntiles, ya esclavos, ya libres; y todos hemos bebido un mismo espíritu,> (8). De Jesucristo todo el cuerpo compacto y con nexo entre sí reci– be por todos los Y:1s,1s y conductos ele comunicación, según la me– dida correspondit·ntc a cada miemlJr(), el amm·nt" del propio cuerpo para su pl'rfecció11 ml'diantt: la caridad (9). En otras pala– bras, la vida interna sohn•natural, que consist<' (", la gracia y demás dones sohrenaturnles, descienden dt• la ( ';dJeza, Cristo Redentor, a los fit~les por el ministerio c·clesiústico que él mismo instituyó. Para poder vivir esta Yida sobrenatural, es necesario protesar la fe de Cristo, recibir sus sacranwntos, vivir sometidos VPrsnlis Pt soeiali:--;, in quo 1nagisterhun, impt'!'iun1, sacer,lotiurn C!Jri.sti, sub uno C!1risti vicario jurllliea et vlsihili I!:i~:--;iqne contlnuatur, et iidt·lPs Sl t:undun1 varios status a Cl1:·i~to , ,_)litos en1n JIJi,rarc1;b in t,:dt•nfü n(1n ltPgno Christi er1l1ahorant; prout ille uri~ani~Tnu.:.; a ~piritu C1n·i~ti invi:~il)HitPr unificatur pt i,;iviflcatui·, atque idPo Christo ~tliritnaldvr conjn:ngitur EC!q11e pe1· varia dut1a at· ellarisinata interne quoq1H' ita :1!-'.r..;"!InilatuL 1it Clu·i~,tn~ ip;e:(' in nrg:U!Íf>"!DO i'.~to sPennthun omnes suas functionPs Pt qualitat< ~ :.It>ssianicas r)erfP<>tP ex:>rllnatur t:t vrnlong:,,tur, t1~1 rationP ut ornw s:1.lYi[('inn C1n·hti in ('.iU'.:; plPromatP IH,:!'PnnP flat, illudque crPscat in auvn1H1tun1 ~111 i11n1 r¡uar.titatiYP, id ('Sf, !'atinnP PXtf't1Si<,r1is, turn qua"!.it:1tiYP, id est, ratione pPrf Pctioni!1, qua sub influxu vitali Spiritus ChriHti imag;o Salvatoris in s!ngulis organis ac membris exprimitur» (Cfr. Corpus Christi quod est Eccl., p, 182). (5) Colos., I, 18. (6) 1 Cor., XII, 27; VI, 15. (7¡ Rom,, XII, 5. (8) I Cor,, XII, 12-13, (9) Eph., IV, 16.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz