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XII no como <•l profrsor, necesitan un Te:rto o ilfnnnal. como base dt, ::'llS <'Xplicaciones, prPparación de sus clases y lPcciones. FJsta necfosidad, sPntüla por todos aqu01lo8 qw· SP ocupan d<• los problemas misionales, fué manifP8tada por Pl dignísimo señor PresidentP de la U. 1\T. dPl ClPro, Ilmo. Sr. Dr. D. Mateo Múgica, Obispo <le Vitoria, al proponPr al CongTPSO Nacional dP Misiones de BarcPlona, el premio ·de 1.000 pPsPtas para la composición dP 1111 Manual d<• Misionología. Felii i<lea la de dotar a España de 1m h11Pn tPxto dP cif'ncia misional que tanto SP nPcesita; idea qm, nwrec1• los más sinceros plácemes por partP de aqu<:llos, sohre todo, qt1e ven f'l1 ella Pl mPdio dP fomentar en nuestra Patria Pl entu– siasmo por las MisionPs, que PmpiPza a prender en esta tierra, en otros tiempos, Maestra de Misioneros. Mas, por desgracia, enton– ces Pl tPma <JUP<ió dPsierto, por lo que P! ilustrísimo y celoso Pre lado devó Pl premio ;¡ 2.000 pesetas. La Semana de Misionología · insistió de nuevo en una de sus rnnclusimws en la nPcPsidad urgente dP hacer Pl Texto, solicitando dPl señor PrPsidente de la TT. M. dP] C. l:1 prórroga del plazo seña lado hasta Pl :=io dP junio dP rn:n: a lo que henigna y g11stosa– m1:nte accedió PI dignísimo Pn~lado. Nos parPcía Pmpresa arriesgada y i:;obn' nuPstras ftwrzas em– prPndPr 11n trabajo dP ¡,sta índole; ¡wro, rnovidoi:; por la gloria ch> Dios y por el hiPn de las almas en primer término, e impulsado:,, en segundo lugar. por los ruf'gos df' muchm; socios de la Semana, nos dPterminamos dPcididamente a trabajar con el ardientP deseo dP i:;er útilPs a mwstros hermanos Pn PI sacerdocio y en el aposto– lado católico. Si hemos acertado o no Pn nuestro empeño, lo juzgarán los lectores. Sin <luda qm•, e.orno primPra tPntativa y ensayo en nuestra Patria, no faltarán dPfectos ·y lagunas, pPro con los años esos de– fectos podrán subsanarse. Por esto, agradecerPmos a nuestros lectores que nos indiquen todas aquellas mejoras que, a su juicio, puedan y deban racional– mente intro<lucirne en lo futuro .v facilitar así el estudio científico de esta asignatura a todos los que tengan, por razón dP su minis- terio, que estudiarla. . No dejarán de advertir nuestros Jpcton,s que P11 un simple Ma– nual no puedPn dPsarrollarse las cuestiones con aquella amplitud que se requiere en obras de mayor extensión, y por este motivo en muchos casos no hacemos más quP indicarlas y esbozarlas. Un curso completo necesitaría, por lo menos, tres años, para poseer adecuadamente la ciencia misional en toda su extensión. Esto es lo que opinamos y manifestamos en la Semana de Misionología ;