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74 DOCTRINA MISIONOLOGICA. - PP. DE LOS SIGLOS II Y III más ínfimo al más elevado. La nueva religión del Crucificado es sometida a la prueba del fuego y del hierro, por la calumnia, la persecución, la retórica y la filosofía; en d dogma, en la moral, en el culto, en la vida privada y pi'1blica. Paganos, Judíos, here– jPs, filósofos y emperadores dirigen sus ataques contra ella; pero Dios, que vela siempre por su Iglesia, suscitó una pléyade de apologistas y polemistas que empuñaron brillantes y cortantes plum:is para defrnder, a cara descubierta, la religión cristiana, sirviéndose también dP la Rdórica y de los argumentos de la Fi– losofía. tT nos dirig·en sus solemnes cartas abiertas a naciones y pueblos; otnis, directamente' a jefes de Estados; otros, a indivi– duos particulan°s t'minentes e influyentes: pero todos tienen el IÍtÚco fin de defender la Iglesia católica. Fno de los argumentos frecuentemente utilizados por estos escritores es el argumento misional, es decir, el hecho de la propagaciún rapidísima del cris– tinnismo a !()(l(l" los países y entre todas l;i-, gPntes. No es posí– hle tratar aquí de todos esos valientes Padres y escritores, misio– neros científicos y prácticos de la fe; por Psto nos limitamos a indicaciones muy sintéticas sobre algunos más principales en lo que se refiere a nuestro objeto. 89. 1) Arístides.--Este fil<'►sofo ateniense escribió una im,. portante ApoloKÍa, según unos. dirigida al r·mperador Adriano, del 124-126; según otros, a Antonino Pío, hacia el 140. Examina las varias religiones del género humano, refuta las religiones pa– ganas y prueba que la idea del verdadero Dios se encuentra sólo entre los cristianos que le rinden el culto debido. Al fin (cap. 17) hace una hermosa descripción de la vida moral de los cristianos, enemigos de todo mal, y manifiesta una c!Pble esperanza: a) que terminen las lenguas maldicientes que levantan calumnias contra los cristianos; b) que antes de la venida de Cristo Juez, se con– viertan a la doctrina cristiana los r¡ue no conocen todavía a Dios (2). 90. 2) San Justino.--Nació de una familia pagana de origen grecolatino, en Flavia NeApolis, de Palestina. Después de habt>r mendigado la verdad y la paz entn, los sistemas filost'Jficos anti– guos (estoicismo, peripatetismo, pitagorismo, platonismo), SP con– virtió en Efeso hacia el 130 y murió mártir en Roma entre el 163 (2) Cfr. ANTONIO CASAMASSA, o. s. A., Gli Apologisti Greci, p. 34-39, Roma, 1944.
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