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66 Nt:EVO '!'ESTAl'IIENTO. SAN PABLO ir personalmente a visitarles: «Cuando me encaminare, dice, para España, espero que,· al paso, ven\, y que nw acompaííad•is liasla allA, despUi;s d(' haber gozado algún t;mlu de Yosotros" Como vimos m/1s arriba, vPritin', su viaje y les prcdid, y Pxlwrtó aún di·,de las cárceles mamertinas. 70. I-II Epístolas a los de Corinto.·· El Apóstol en su primera E pistola a los corintios empieza m,mifestando su. vocación divina al apostolado (27), y pasa luego a conegir lu~ cismas y disensionc",, n·cornendamhi a todos la unidad de doctrina y de fr en Crislo (2S), qut· ,•,; el únku fundamento de q•nlad (29). El predica a J esucrislo crucificadu, t·scúndalo para los judíos y t:stulticia para los (30), 1w con sublimi,i;id dP sermón y humana sabi– duría, sino con la manifestación <le! bpíritu y de la v irlud (31 J; porque Dios t<ligió a los ignoranlt::; y dt·biles para confundir a los sabios y poderosos (32). Los Apóstoles no son otra cosa que ministros de Cristo, coadjutores de Dios y dispensadores de sus misterios (33). Persuadido de su misi<'m si,•nte la ne– cesidad de evangelizar. ¡ .\y de mi, dice, si no evangelizarl' ! (34); por esto se humilla, se inmola, sa,-rilica se hace siervo de todos para salvarlos a todos (35). Ensería una doctrina admir,dJle soure el cuerpo místirn de Cristo, unidos todos a El por el bautismo, sean judíos, gentiles, siern¡s o librt:s (36). 71. Epístola a los Gálatas.-Es una Carta eminentemente misional, don– de se manifiesta la personalidad de San Pablo, la defensa de su misión y su doctrina. Falsos apóstoles habían pervertido la fe que el Apóstol de las Gentes había predicado a los pueblos de Galacia; y de este hecho tomó oca– sión para escribi1· a los Gúlatas, reprPndié·ndoles por haber creído a falsos apóstoles y haber dejado su doctrirni \en.ladera que había aprendido del mis– mo Jesucristo por revelación. Les refiere lo que fué antes y después de su conversión, y cómo fué expresanH,nte llamado por Dios al apostolado : Ut re,:elaret Filium suum in me, ut evan¡,,,:n:: illum in Gentibus (37). Por- que sabemos que el hombre ya no se por la Ley, sino por la fe en Jesucristo (38). Y en Jesucristo nada valt:, ni la circuncisión, ni el prepucio, sino la nueva criatura. Et quicumque heme rcgulam secuti fuerint, pax .,uper illos, et misericordia et super I srnel Dei 72. Bpístola a los Efesios.-En el capítulo I I I afirma que los gentiles sun cuhPn·th,ru, di· la incorporados y copartícipes de la promesa en Jesucristo por el Evangelio. Del cual yo he sido constituído ministro, segür. (26) XV, 24. (27) I, 1. (:¿8) I, 10-16. (29) III, 11. (:lO) I, 23-28. (:ll) II, l. (32) I, 27. (:l3) III, H; IV, l. ,:,4) IX, 16. (35) IX, 19-23. (:Hl) XII, 13. (37) I, 16. (39) II, 16. (B(l) VI, 15.