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pea, o americana. c) :Pero el enemigo más invasor y destructor de las misiones es el comunismo materialista y ateo que tiende a implantar sus doctrinas y su dominio en todo el mundo. Art. 3.-EXPANSION l\USIONERA EN TODO EL MUNDO 203. Al movimiento misional despertado en los países cató– licos en estos últimos lustros corresponde también una expan– sión misionera en todas las cinco partes del mundo. La fuerza intrínseca de la catolicidad de la Iglesia se irradia por todas partes. 204. Misiones en Europa.-Hasta la segunda guerra mun– dial trabajaban misioneros católicos e11 Dinamarca, Suecia, No– ruega, Rusia, Bulgaria, Rumania, Grecia, Albania. Yugoslavia y Turquía europea. 205. Misiones en Asia.-Una densa red de misioneros se ex– tendía por Palestina, Siria, Arabia, Irak, Irán, Turquía asiática... Estaban cerrados al influjo misionero algunos países como Ru– sia asiática, Afganistán, Turquestán, Tibet, Bhután, Sikkim y Nepal. Florecientes misiones se extienden por el Pakistán, la Unión India, Birmania, Siam, Malaca y el Vietnam. La división po• lítica de este país es una grave amenaza para sus florecientes misiones. ZIOO. La Iglesia católica se iba extendiendo rápidamente por todo el territorio chino. Había numerosas vocaciones eclesiásti– cas y religiosas, se había llegado a establecer la jerarquía ecle– siástica con numerosas diócesis. China ofrecía una consoladora esperanza, pero el comunismo amenaza con destruirlo todo, ex– pulsando a los misioneros extranjeros e impidiendo la acción de los sacerdotes nativos. 207. En cambio, el Japón, después de la guerra, ha abierto sus puertas a los misioneros católicos, que por medio de la pre– dicación, de la enseñanza y de la prensa van propagando el ca– tolicismo. Es la hora del Japón. Se necesitan más operarios bien formados. 81
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