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tes del mundo. De tal modo se ha aumentado el movimiento en favor de las misiones, que se le ha llamado a la presente centu– ria el Siglo de las Misiones. Art. 1.--CAUSAS D-EL MOVI~IlENTO MISIONAL CONTEMPORANEO 201. Indicamos sólo algunas causas más principales del flo– recimiento misional: 1) La jerarquía eclesiástica.-Desde Gregario XVI hasta el Pontífice felizmente reinante Pío XII, el renacimiento misional fué siempre aumentando. Tres Encíclicas han influído podero– samente: la Maximum illud de Benedicto XV, 30 noviembre 1919; la Rerum Ecclesiae de Pío XI, 28 febrero 1926, y la Evangelii Praecones de Pío XII, 2 de junio 1952. 2) La fundación de nuevos Institutos modernos de ambos sexos con una finalidad misionera. 3) La cooperación del pueblo cristiauo y difusión de las Obras Misionales Pontificias: Propagación de la Fe, Santa Infan– cia, San Pedro Apóstol, promovidas por la Pía Unión Misional del Clero. 4) l.¡a prensa misionera, que se ha multiplicado extraordi– nariamente. Art. 2.-ENEMIGOS DE LAS MISIONES 202. Es evidente que los misioneros tieneu que luchar contra multitud de dificultades y enemigos que se presentan en el ejer– cicio del apostolado. Para plantar la Iglesia católica es necesario ir destruyendo el paganismo, el mahometismo, el judaísmo y otras religiones falsas, incompatibles con la única verdadera instituída por Cristo Redentor. Pero además se presentan en la actualidad otros enemigos formidables, que son: a) El protestan– tismo, cuyas misiones se van extendiendo cada vez más y logran grandes éxitos por la abundancia de medios materiales; b) el nacionalismo exagerado que en muchos países se excita después de las guerras mundiales. El misionero es considerado como un extranjero y la Iglesia como religión también extranjera, o euro- 80