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Los dominicos predicaron con éxito en las Antillas, Santo Do– mingo y Nueva Granada, donde desplegó maravillosa actividad San Luis Beltrán. Mucho trabajó Fr. Bartolomé de Las Casas, cuyas exageraciones en defensa de los indios son hijas de su carácter indiscreto y muy criticadas por los autores modernos. Podríamos ir recorriendo la evangelización de las otras re– giones de América meridional por los agustinos, mercedarios, jesuítas, capuchinos y otros Institutos que enviaron numerosos misioneros a la conquista espiritual del Nuevo Mundo. 195. Las Islas Filipinas.-Fueron sometidas a España por Legazpi, hacia 1565. Con los conquistadores iban también los misioneros, al frente de los cuales estaba el célebre agustino fray Andrés de Urdaneta. Más tarde llegaron los franciscanos, entre los cuales sobresalió Fr. Juan de Plasencia. En 1579 se eri– gió el obispado de Manila, cuya sede fué ocupada por el domi– nico Fr. Domingo de Salazar. En 1614 se abría en Manila la célebre Universidad de Santo Tomás. En 1581 llegaron los jesuí– tas. La evangelización de Filipinas fué muy rápida y casi com– pleta (3). Art. 3.-LAS MISIONES nAJO LA s. c. DE PROPAGANDA FIDE 196. En 1622 se instituyó la S. C. de Propaganda Fide, or– ganismo central romano destinado a dirigir la actividad misio- • nera de la Iglesia en todo el mundo. Acerca de su origen his– tórico, de su naturaleza, organización y funcionamiento, ya he– mos hablado en otro lugar. Desde su fundación tomó la direc– ción de las misiones que no dependían del Patronato concedido por los Papas a Portugal y a España. 197. En 1659 se fundó la Sociedad de las l\Iisiones l{!xtranje– ras de, París, que por orden del Papa envió los primeros Vica– rios Apostólicos al Tonkín, a la Cochinchina y a la China. 198. La intervención de Propaganda se extendía siempre más. Entre los misioneros de Propaganda y los portugueses de- (3) Cfr, P. MoNDREGANES, o. c., p. 437-438. 78

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