BCCCAP00000000000000000000630

ganda del cristianismo. En 1794, un sacerdote chino, Jaime Ti– you, fué enviado a Corea, donde encontró ya 4.000 fieles. II.-MISIONES IL'\CIA OCCIDENTE 193. España misionera. - El descubrimiento de América (1492) abría un ancho campo a España, que realizó la epopeya misionera más grande que han visto los siglos, en el Nuevo Mundo y en las islas de Oceanía. Los Reyes de España contribuyeron poderosamente al éxito de esta cruzada misional en todos sus dominios, como puede verse por las famosas Leyes de Indias y las numerosas Reales Cédulas en favor de las misiones. El Real Patronato de Indias concedido por Alejandro VI les imponía lo obligación de trabajar por convertir las gentes de las nuevas tierras a la fe católica: «Os mandarnos -dice- en virtud de santa obediencia que así como lo promptéis y np du– damos lo cumpliréis, destinéis a las tierras e islas susodichas varones probos y temerosos de Dios, dortos, instruídos y expe– rimentados para adoctrinar a los dichos indígenas y moradores en la fé católica ... » (2). 194. Evangelización de América.-No consta que en el pri– mer viaje de Colón (1492) fuera algún misionero o sacerdote. En el segundo viaje (14H3) iban ya varios. Bernardo Boyl, míni– mo, se puede considerar como el primer Vicario Apostólico de América. Después del segundo viaje, legiones de misioneros de todas las Ordenes y del clero secular invadieron el Nuevo Mundo. Los franciscanos evangelizaron las Antillas, luego pasaron a Tierra Firme y el P. Quevedo fué nombrado obispo de Darién en 1513. Doce franciscanos entraron en Méjico a raíz de la con– quista de Cortés (1524). Juan de Zumárraga, O. F. M., fué nom– brado obispo en 1528. Los franciscanos evangelizaron extensas regiones en la Florida, Sonora, Nuevo Méjico, Arizona, Tejas Y California, donde son bien conocidos los trabajos apostólicos Y las fundaciones del célebre Fr. Junípero Berra, como San Fran– cisco, Los Angeles, Santa Clara, etc. (2) Cfr. Bul. Rom., t. V, v. 363, Augustae Taurlnorum, 1860. 77