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BUSCANDO LA FELICIDAD 91 dilnvio de fuego nhrasn las nefandns ch1da<les <le Pen– tánolis: el mar Ro.io sennltn en sns 11rof11ndi<ln<les el ejército y el poder de los Fnrnones· 1n tkrrn se abre y traga a los prevaricndores Cor{,, Datán v Abirón: An– tíoco, más conocido por sns maldndes cwe por sns ha– znñns. es arroi n<lo ignominosiamPnte <lP Pers{,polis hu– millarlo nor Dios y converticlo en hPrvi<lero <le !!mmnos; la orgnllosa Roma. teatro de monstrnosns crnelda<les y liviancln<les degraclanf Ps, es convertida en polvo por la devastación del salvajismo: la ingente trama <le críme– nes y maldades que dieron por resultado las persecu– ciones, las herejías, los cismas, las sectas, los errores, haciendo jirones la blanca y pura vestidura de la Es– posa del Cordero, fué mnchas voces corta<ln nor ln es– pada <le la Providencia, ponien<lo trágico e ignominioso término a la mayoría de sus corifeos y secuaces. Si quieres, amigo mío, enterarte de los castigos que Dios ha impuesto a los transgresores de la ley, puedes consultar el horroroso drama de la Historia, tanto reli– giosa como profana, y hallarás la mayor parte de. sus páginas cubiertas de sangre. Te recomiendo eme leas In interesantísima obra de Carbonero y Sol: Fin funesto de los perseguidores y enemiqos de la lqlesia (2), en la cual encontrarás ejemplos admirables de cuanto te voy diciendo. No cabe, pues, la menor duda que también en este mundo se verifica la sanción del justo Juez, que en los individuos y en las familias, en los pueblos y naciones, de manera ostensible, hace sentir los amorosos y suaves (2) Cfr. MANUEL CARBONERO Y SoL, Fin de los perseguidores y ene– migos de la Iglesia. Madrid, A. Pérez D,ubrull, 2.• ed., 1878.