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BUSCANDO I.A FELICIDAD 69 A estos puntos se pueden reducir, en síntesis, las prin– cipales manifestaciones de la voluntad divina. Unas co– sas se impondrán como estricta obligación, grave o leve; otras de simple perfección o consejo, pero todas serán evidentes manifestaciones del querer de Dios. De cada una de ellas te iré hablando sucesivamente, para que sigas estos caminos reales que te conducirán, sin duda ni extravío, al término feliz de tu jornada, la patria de los bienaventurados. Mientras tanto, haz con rectitud de intención, ale– gría y prontitud de ánimo todo lo que por ahora cono– cieres ser del agrado del Señor, y yo te aseguro que vi– virás eternamente. Esto es cuanto de corazón te desea tu afectísimo Padre en Cristo Fr. Pío.