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BUSCANOO LA FELICIDAD 55 de gracias, la sabiduría, la gloria, el honor, la virtud y la fortaleza, por los siglos de los siglos. Sin cesar repe– fa·ún nuestras lenguas con veneración y respeto: Santo, Santo, Santo, Señor Dios omnipotente ... Aquí tienes, amigo del alma, cuáles serán nuestras ocupaciones principales durante toda la eternidad en el cielo. ¡ Qué encanto y qué delicia saber que toda esa glo– ria me espera, que todos esos bienes serán míos para siempre! Levanta, pues, tus ojos de esta tierra falaz y engr ñosa y fija tu pensamiento en la morada de los justos, donde existen los verdaderos goces. Considera que este mundo es un lugar de trabajo; el cielo, una mJnsión de ilescanso; aquí el entendimiento vive envuelto en tinie– blas, allí será ilummado con claridades eternales; aqui. la voluntad corre tras los bienes efímeros y limitados, :.:1111 se unirá perfectamente con la bondad por esenc1ti:. Conoce, ama y sirve a Dios, redime la malicia del tiem– po perdido y así tu vida presente será una aurora, un preludio de la eterna felicidad, que te desea de corazón tu afectísimo Fr. Pío.