BCCCAP00000000000000000000629
BUSCANDO LA FELICIDAD 23 do, formado y hecho pnra Mí. La vida. y la muerte, la nctividad y el reposo. el dolor y la alegría, el tiempo y la eternidad, lodo es para su gloria. Por esto dijo con pro– funda sabiduría San Pnhlo: "Ninguno de vosotros vive y muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Se- 1ior; si morirnos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte le pertenecemos'' (4). La razón y la fe están acordes en que Dios no creó las cosas y especialmente al hombre, sino para su gloria, para comunicar su bon– ciad y sus perfecciones a las criaturas. Dios de.iaría de ~cr Dios si no tuviera pleno derecho a todos mis pensa..: mientos, pn labras y acciones. En virtud, pues, de mi rrenrión trngo un fin tan sublime como el mismo Dios. "¡ Oh Señor. exclnmnrP con e] Santo Patriarca de Idu– mea: "i. Quién es el homhre para merecer que le hayáis exaltaclo de esta suerte?; Por qn{> le hnbeis colocado jun– to a vnestro corazón?" (4 bis). Dios nos ha criado para tan alto graclo de honor que ninguna criatura se hubiera .iamás atrevido a imaginar que la lrnhiese escogido para hin grande gloria, y nos es imnosihle concebir cómo Podría elevarnos más de lo que lo ha hecho, porque, no nndiPndo darnos la naturaleza divina que pertenece a f:1 sólo, ha hecho de nosotros dioses por la gracia ha– ciéndonos capaces de poseer con Él, en la unión de un etrrno amor. una misma felicidad, un mismo gozo, un mismo reino. Reconozcamos nuestra dignidad y rinda– mos tributo de gratitud, adoración y amor a nuestro 1rendor, que nos hizo para un fin tan sublime y exce– knte. Los dos esladios.-La vida del hombre no es como la (4) Rom.. 14.7-8. ('1 bis) Job, VII, 17.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz