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198 DR. P. PÍO M.ª DF. 1\iO~DRF.GANES, O. F. M. CAP. ------ --~--- ------------------- proponer la enmienda y seguir con la voluntad implí– cita de continuar con alguna amistad peligrosa, satisfa– cer una pasión favorita, etc. Tratándose de pecados veniales es suficiente para el sacramento tener dolor y propósito de algunos en par– ticular; sin embargo, es convenientísirno que sea tam– bién universal, proponiendo evitar todos los pecados ve– niales deliberados. 4.ª Eficaz.-El pecador arrepentido no sólo debe re– solver evitar los pecados, sino también adoptar los me– dios necesarios y tomar las precauciones debidas para llevar a cabo sus firmes resoluciones. El propósito verdadero se manifestará en las obras; porque no es verdadera la voluntad que, llegando la oca– sión oportuna, no obra. En consecuencia, el penitente se debe esforzar por combatir las pasiones desordena– das, corregir las malas costumbres, huir de las ocasiones peligrosas; en una palabra, tratar de cambiar de vida. Dios no sólo mandó a los israelitas, propensos a la idolatría, que se arrepintiesen; sino que les exigió, como garantía de la enmienda, que alejaran de sí los ídolos, ocasión próxima de reiteradas caídas. Supongo que me vas a decir: "Padre, entonces, ¿ cómo es que muchos cristianos, después de proponer la en– mienda y confesarse, sin embargo, vuelven a cometer los mismos pecados?" Así es, hijo mío; desgraciadamen– te existen muchas almas reincidentes y consuetudina– rias que vuelven al vómito de sus culpas. l\Ias como éste es un asunto de importancia, que requiere mayor expli– cación, lo dejaremos para otra. Al presente sólo te digo que tengas buen ánimo. Des-

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