BCCCAP00000000000000000000629
192 DR. P. PÍO M.• DE MONlHÜ!GAN1'S, O. F. M. CAP. ---- -a---~•----------~ -•-- -•-•--•---~~----- tormentos que padeció en su alma y en su cuerpo, por los pecados de los hombres, no se conmoverá y llorará lágrimas de sangre o, por lo menos, exclamará en el fon– do de su alma: "¡Jesús mío, misericordia!" 5. 0 Los beneficios de Dios.-Ayuda otrosí traer a la memoria los grandes beneficios recibidos del Señor. Él nos ha creado, conservado y redimido. Cada día y cada momento nos ha librado de la muerte y del infierno, tantas veces merecidos por nuestros pecados. Nos ha es– perado, llamado, buscado como amorosísimo Padre que va en busca del hijo pródigo. ¿Permanecerá el corazón del hombre duro e ingrato ante las bondades del mayor y más constante bienhechor de nuestra vida? 6. 0 Dios en sí mismo.-Por último, después de con– siderar todas o algunas de estas cosas,. remóntate al mis– mo Dios y piensa en ~u bondad infinita, en su natura– leza, dignidad y perfecciones. En Dios omnipotente, Creador y fin de todas las cosas, el ser más excelente que se puede dar y concebir; inmenso, infinito, eterno, ümrntable, sapientísimo, amabilísimo, digno del amor de todos los corazones actuales y posibles. Pues bien; yo, vil criatura, le he ofendido, ultrajado, despreciado... Me he rebelado contra :f:l y le he negado mi amor y mis ser– vicios. ¿ Qué voluntad habrá tan endurecida que no se mueva a deteslar el pecado, causa de tanta monstruosi– dad? Aquí tienes, amigo muy amado, las estaciones que puedes hacer para llegar a formar los actos de contri– ción; he ahí las escalas o ascensiones que debes poner en tu inteligencia para mover a la voluntad libre. Esos son los móviles que determinarán la potencia juntamente
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz