BCCCAP00000000000000000000626

94 de la confianza del justo en el Señor. "A Ti alzo mi alma, Yavé, mi Dios. Ei11i Ti confío, no sea confundido, no se gocen de mí mis enemigos. ~o; quien espera en Ti no es confundido. Confundido el que en balde se rebela coniru Ti. Muéstrame, ¡ oh Yavt.~ !, tus caminos; adiéstrame en tus sendas. Guíame en tu verdad y enséñame; porque Tú eres mi Dios, mi Salvador, y en Ti espero siempre. Acuérdate, ¡ oh Yavé !, de tus misericordias, de tus gracias, que son im– perecederas. No te acuerdes de los pecados de mi mocedad y de mis faltas; acuérdate de mí conforme a tu miseri– cordia y según tu bondad, ¡ oh Yavé ! Bueno y recto es Yavé, por eso señala a los errados el camino. Y guía a los hu– mildes por la justicia y adoctrina a los mansos en sus sendas. "Todas las sendas de Yavé son misericordia y ver• dad para los que guardan el pacto y sus mandamien– tos" (32). Es rcct~ la palabra de Yayé y toda su obra es obra de verdad. Él ama la justicia y el derecho, y de la misericordia de Yay(, estú llena la tierra ( 33). Alabad a Yavé, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga Israel: que es t:lerna ~.u misericordia. Diga la casa de Aarón: que es elerna su miseácordia. Digan los que tc-men a Yavé: que es eterna su misericordia (34,). Bien ... aventurado tú si lemes a Yavé y andas por sus cami– nos (35). Escudriña, ¡ oh Dios!, y examina mi corazón, pruébamc y examina mis pensamientos. Y mira si hay en mí camino para la ira, y llévame por las sendas de la eter– nidad (36). Los Proverbios. Este libro contiene una rica colección de sentencias expuestas en verso. Es una ciencia popular que abunda entre los hebreos. De Salomón se dice que pro- (32) Sal., 25, 2-10. (:13) Sal., 33, 4-5. (34) Sal., 118, 1-4. (:15) Sal., 128, l. (36) Sal., 139, 24.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz