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74 P. PÍO M,ª DE MONDREGANES, O, F. M, CAP. ARTÍCULO 2." Extensión de la Providencia. Algunos antiguos admitieron la existencia de la Pr(}c videncia, pero restringieron su objeto. Los estoicos juzga– ron que Dios no se ocupaba de las cosas mínimas e inno– bles, indignas de la majestad Infinita. Los averroístas de– fendieron que Dios ignoraba las cosas materiales singulares, y, por tanto, que no pensaba en ellas. Algunos dijeron que Dios se cuida sólo d~ los seres incorruptibles, pero no de los corruptibles. Defendemos que la Providencia se extiende a todo sin excepción alguna. Dice Jesús que aun los cabellos de la cabeza están contados (3). Consideremos la Providencia en tres campos u órdenes principales: § I. La P1·ovidencia en el orden físico. En el primer capitulo del Génesis se describe la crea– ción del mundo y el orden, maravilloso que Dios puso en las cosas, destinándolas al servicio del hombre. "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la tierra y sobre cuan– tos animales se muev 1 en sobre ella" (4). Considerando y estudiando el mundo visible llegamos al conocimiento de un Ser Supremo, Creador, Ordenador y Provisor de todas las cosas, que con sabiduría inefable las dirige y gobierna y todo lo dispuso con medida, nú– mero y peso (5). (3) Luc., XII, 7. (4) Gén., 1, 26. (5) Sab., X!. 21.

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