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LA DIVIN.\ PROV!DENCI.\ 59 nocimiento de Dios. Es un don inestimable recibido de la causa primera, pero siempre limitado y muy imperfecto. Dios tiene conocimi,ento intuitivo e infalible de todo; el hombre conoc-e poco, y este poco lo va adquiriendo suce– sivamente, con estudio y con fatiga, y no siempre le cons– ta infaliblemente que posee la verdad. Se lee en el primero de los Reyes "que Yavé es Dios sapientísimo. Y no se ocultan a su vista las maldades" (11). El Ecclesiáslico, narrando las obras de Dios, escribe: "El Señor investiga el abismo y el corazón del hombre, y pe– netra todas sus reconditeces. Conoce lo pasado y lo veni– dero, aun lo más oculto. No hay pensamiento que se le escape, ni palabra oculta para Él. El ordenó la grandeza de su sabiduría, es uno y el mismo desde la eternidad" (12). San Pablo exclama: "¡ Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia! ¡ Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién cono– ció el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su conseje– ro?" (13). Dios es omnisciente. Conoce y penetra todas las obras que creó, las conserva y ordena. Objeto de la ciencia dizdna. a) Dios tiene inteligencia infinita y se conoce a sí mismo como objeto principal y adecuado. b) Conoce las cosas existentes con todos sus porme– nores, cualidades, leyes y acciones. e) Conoce las cosas posibles que su omnipotencia po– dría crear. Los seres si'll, fin que son en la 'mente de Dios. "Dios que llama a lo que es lo mismo que a lo que no es" (14). d) Conoce todas las acciones libres de los hombres. Lo que hacen o harían puestos en diversas circunstancias. (11) l Rey., II, 3. (12) Eclo., 42, 18-21. (13) Rom., XI, 33-34. (14) Rom., IY, 17.

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