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2-52_____ _ P. PÍO M.ª DE MOl'<ilRF..GA1'.'tS, O. F. M. CA_P_.____ en Ti. ¡ Oh duk{~ compañía de amor inefable y de paz i:u• alterable! Señor y Dios mío, que yo negocie con los talentos que me diste y los emplee cada momento en tu gloria y mi san– tificación. Esto fidelis usque ad mortem et dabo tibi co– ronam vitae. Sé fiel hasta la muer!<?, y te daré la corona de la vida. ARTÍCULO 3.º En Ti, Señor, espero. En el momento prest>nle puede sér que tengamos una conciencia tra!Ilquila. Pern ¿.perseveraremos así hasta la muerte? ¡ Cuántos que parecían se elevaban a sublime per– fección perdieron la gracia y la fe! Ninguno, sin especial revelación, puede tener cerkza absoluta de su eterna sal– vación (10). El Concilio de Trento recuerda las palabras de San Pablo: "Así, pues, amados míos, como s,iempre ha– béis obedecido, no sólo cuando estaba presem,tc, sino mu– cho mús ahora que estoy ausente, con temor y temblor tra• bajad por vuestra salud. Pues Dios es el que obra en vos– otros d querer y el obrar, según su beneplácito" (11). "Así, pues, el que cree estar en pie, mire no caiga; no os ha sobrevenido la tPntación que no fuera humana, y fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados sobre yuestras fuerzas; antes dispondrá c01n, la tentación el éxito para que podáis resistirla" (12). A los romanos exhorta el Apóstol a no despreciar ni juzgar ligeramente al prójimo: "¿ Quién eres tú para juz– gar al eiiado ajern,? Para su amo estú en pie o ca-e, pero se mantendrá en pie, que poderoso es el Señor para sos- (10) Denz., n. 806, b21l. (11) Fil., II, 12-13. (12) l Cor., X, 12-13.

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