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250 . P. PÍO M,' DE MONDREGANES, O. F. M. CAI'. ciones, padecimientos físicos o morales, digamos con el pa• ciente de Idumea: Dios me lo dio, Dios me lo quitó. Sea bendito s-u santo nombre (4). ¿No recibimos de Dios los bienes? ¿Pues por qué no vamos a recibir los males? (5). ARTÍCULO 2.º Sé fiel en lo poco. San Lucas refiere las palabras de Jesús en el ejemplo del administrador infiel: "El que es fiel en lo poco tam– bién es fiel en lo mucho; y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho" (6). Con objeto de excitar a la vigilancia y al buan empico de los bienes de Dios el divino l\Iaestro propuso la hermosa pal'ábola de los talen– tos. Cuando volvió el amo de su largo viaje llamó a sus sier• vos para ver cómo habían empleado y negociado con los talentos que les había distribuido. "Llegó el que había re– cibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Se– ñor, tú me has dado cinco talentos; mira, pues, otros cin– co que 1 he ganado. Y su amo le dice: l\íuy bien, siervo bue– no y fiel; has sido fiel en lo poco, yo te constituiré sobre lo mucho¡ entra en el gozo de tu Señor. Llegó el de los dos taletn-!os y dijo: Señor, dos talentos me has dado, mira otros dos que he ganado. Díjole su amo: Muy bien, siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te constituiré sobre lo mucho; entra en el gozo de tu Señor. Se acercó también el que había recibido un solo talento y dijo: Tuve cuenta que eres hombre duro, que quieres cosechar donde no sem– braste y recoger donde no esparciste, y temiendo me fui y (4) Job., I, 21. (6) Job., II, 10. (6) Luc., XVI, 10.

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