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LA DIVINA PROVIJ)f:NCIA 21 mente? ¿Hasta dónde llega la necesidad de vuestra exis– tencia? Existen algunos s,eres contingentes. Son imposibles sin un ser absolutamente necesario. Luego este ser, a quien llamamos Dios, existe. 11 .,.; i,,,f ,,n nl1111nn t- "' 1 1•/li.,, rnnlin11P11fp_,; T,hltn~1 r.;p 0ont inJYP.nf P. lo ._J...._,,.,,J_,,,,v '•'"';¡-~•Ls<V' V> •s, ~,-,•-••••., ••-'""" --•-•---••'"- • ----•-•\=~•---,~ •~ que puede ser o no ser; lo qw~ es indiferente o indeterminado para existir, ser de esta manera o de la otra. Necesario se llama a lo que ,no puede dejar de existir, tieno en sí mismo la raz1'm de ,;n ser. Todos los seres crea<los del universo llevan el srllo de la con– tingencia. g1 srr que nace y pcrrcc, que eamhia y evolueiona, no es necesario; podría no existir. Podernos imaginarnos que p;.;te mundo y olros semejantes, sin rontradirci6n ninguna, p1w– clen dPjar de ser o pudieran no lmhrr sido, pPrmanecirndo en P.1 e,;lado de mera po5ibilidad. Todo lo que es susceptible <le cam– bio, de movimifmlo, de lransformacionrs indefinidas, de per– frrción, de actuación ... , jamús se puede roncrbir como nb:-::o– lutame.nlf1 necesario. Los seres contingentes son imposi/Jll's sin un ser necesario. El srr rontingente no tiene en sí mismo la razón de ,;u cxi~– tnncia, nec·nsita de otro que la determine, que aclúe sobre (-1. No tiene más que capacidad o posibilidad; pero ¿basta la rn– paeidad para ser sabio, rico, feliz, poderoso? Entonres no ha– bría un solo hombre que no lo fuera, porque lodos sienten Psos deseos. El ser necesario es absoluto y distinto del mundo. Se dan seres contingentes, éstos reclaman la determinación de otros necesarios o contingentes como ellos. Si ponemos la serie infinita de seres contingentes ¿en dónde erncontrn• remos los necesarios? Si ninguno tiene la razón de ser en si, ¿qué me importa multiplicar indigentes? Si se reúnen un millón de pobres que no tienen un céntimo y a ellos se reúnen otros mil millones que carezcan igualmente de todo dinero, ¿podremos con esos millones de pobres abso·