BCCCAP00000000000000000000626

228 Dios tiene respecto a una cosa revestida de ciertas circuns– tancias c01ncretas, verbigracia, la condenación de un peca– dor que muere impenitente hasta d último momento de su vida temporal. 3) Voluntad de signo y de beneplácito. Esta división es la más importante para nuestro estudio. Se entiende por voluntad de signo la significada por al– gunas señales que indican que Dios lo quiere, como más adelante ma:nifestaremos. Voluntad de beneplácito, cuando Dios quiere q:.1e algu– nas cosas se hagan absolutamente, o, por lo menos, las permite. Vamos a tratar de estas dos más difusamente y asi entenderemos mejor su naturaleza y nuestra conformidad. ARTÍCULO 2.n Vol.untad de signo. Dice el padre Reginaldo Ga.rrigou-Lagrange: "Se entiem~ de por voluntad divina significada (o voluntad de signo) ciertos signos de la voluntad de Dios, como preceptos, pro– hibiciones, el espíritu de los consejos evangélicos, los s11- cesos queridos o permitidos por Dios. La voluntad divina manifestada de ese modo, mayormente la que se manifies– ta por los preceptos, pertenece al domim.io de la obediencia. A ella nos referimos, según Santo Tomás (1), al decir en el Padrenuestro: Fiat voluntas tua (2). Los autores, siguiendo a Pedro Lombardo y a Santo Tomás, suelen poner cinco signos: prohibición, precepto, consejo, opuación y permisión. Vamos a exponer cada uno en particular. (1) I, 19, 11. (2) Cf. La Providencia y la confianza en Dios, par-te 11, c. 7. Bue– nos Aires, 1942. A. Rovo MARÍN, O. cit., pág. 786.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz