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2_0G___ ··· P. PÍO M.ª DE ~.IONDREGANES, O. F. M. CAP_._____ el mundo visible e invisible es creado por f:l, única y su– ¡nema causa de todo ser. Dios, al crear el mu:ndo, no tuvo por fin aumentar sus perfecciones internas, porque, siendo infinito en fodo sen– tido, nada puede adquirir ni perder de perfección. Dios todo cuanto hizo lo ordena a su gloria externa; porque no la puede conceder a otro. Todas las cosas hizo para sí mis– mo, " O m ni a propter semetipsum operatus est Domi– nus" (2). Las cosas que carecen de razón y voluntad dan gloria a Dios de una manera inconsciente y necesaria, obrando cada una según su naturaleza respectivamente. Es una glo– ria inconsciente, externa y objetiva. Los seres que gozan de conocimiento racional y de voluntad libre tributan a Dios una gloria formal, es decir, por actos conscientes y voluntarios. Dios creó el alma racional del hombre y la unió al cuerpo de una manera substancial. Formó al hombre a ima– gen y semejanza suya y le coloc<'> en el paraíso terrenal para que l,e rumara y sirviera. Luego el fin del hombre y de todas las demás cosas creadas es glorificar a Dios. Dios es principio y fin de todo. Dueño absoluto del mundo. El hombre, como reco– giendo en sí todas las criaturas esparcidas p01r el universo, pu1:de cantar: Bendecid al Señor todas sus obras, cantadle y ensalzadle por los siglos (3). ARTÍCULO 2J" Fin próximo de las criaturas. Fin del hombre. El hombre ha sido creado para amar, alabar, bendecir y servir a Dios. Toda su vida se reduce {2) Prov., X\'I, 4. (3) Dan., III, 57.