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168 P, PÍO :M.ª DE MOXDREGANES, O. F. M. GAP. - --·~-·-------- ~--··--------- -·-·- -~·-· ~ ------·~-.- sonales existen el desconcierto, la lucha, las adversidades, los dolores. Por la multiutd de los pecados personales el Seifor pue– de hacer pesar su justicia, aun en este mundo. Como con• secucnda de los mismos a veces sohreyiencn enfermeda– des, ruinas familiares y económicas y muertes prematuras. Por las lujurias, las soberbias de los hombres, las presun– ciones y ambiciones y por tantos vicios que dominan a los perversos, Dios castiga duramente. Nadie se ríe impune– mente de Dios. Si es infinito en misericordia también lo es en la justicia. 4. El dolor es un medio para purificar {'l alma. para cksprenderla de las cosas terrenas, para satisfacer por los pecados cometidos. ¡ Cuántos, después de largas enfermeda– det: corporales, se han conycrlido a Dios o a una vida más ferYorosa ! San Francisco de Asis, después de una larga enfermedad, se entregó todo a Dios y llegó a ser el He– raldo del Gran Rey. :i. El dolor es una fuente perenne de méritos para la eternidad. "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora es entrado por fuerza el reino de los ciclos, y los violentos lo arrebatan" (8). San Pablo y Bernahé evangelizaron la ciudad de Derbe, "donde hicieron muchos discípulos, se volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando las almas de los discipulos y cxhortúndolcs a permanecer en la fe, diciéndoles "que pol' mudws trilmlaciones nos es pl'cciso entrar en el reino de Dios" (9). "Bicw:ynturadns los que lloran, porque ellos serón consolado:," (1Pl. ti. Jesucristo nos da ejemplo adG11rahlC'. Cn;i:-,iilcrcmos su vida y sobre todo su Pasión y :,fuerte, y y,:,rcmo5 c11i:n– los dolorPs, pena::-: y aflicdones sufri6 por nosotros y por (1l) Mat., XI, 12. (9) Art., XI\', 21-23. 00) Mat., Y, fi.

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