BCCCAP00000000000000000000626

166 P. PÍO M.• DE MO:NDREGANES, O. F. M. CAP. fectos naturales, y toda la multitud de dolores a que está sujeto el cuerpo humano. 5. Males de orden intelectual, como ignorancia, inep– titud para los cargos, oficios y prnfesiones; promociones impedidas, injustas competendas, errores y engaños. 6. l\Iales que afectan al honor de la persona, como cri– ticas, murmuraciones, calumnias, injusticias, persecuciones, rencores, venganzas, robos y deshonores, etc. 7. Males de orden ascético-mistico, como tentaciones, escrúpulos, afliccio1ws, pruebas del espíritu, incomprensio– nes en fa vida espiritual, retrocesos ~· tibieza, desengaños y desilusionés, abatimientos y desolaciones, etc. Podriamos continuar enumC'rando males de todo géne– ro, pero bastan los dichos para comprender que tenia ra– zón el pacientísimo Job cuando decía: "El hombre nacido de mujer vive corto tiempo y l[,e1ío de miserias, brota como una flor y se marchita, huye como sombra y no subsis- te" (5). · Queramos o no, el dolor nos acompañarrá a todas par– te.s y durará cuanto dure la vida. Es necesario caminar por la via dolorosa hasta llegar al término de nuestra breve carrera. No se da aquí en este mundo la felicidad com– pleta. La vida del hombre, y sobre todo del que quiere se– guir a Cristo, es de abnegación. "El que quiera venir en pos de Mí niéguese a sí mismo y tome su cruz, y siga– me" ,(6). ARTÍCULO 31' Destellos de luz. ¿Cómo combinar toda esa multitud de males que nos asedian por todas partes con la Providencia de Dios, que (5) Job., XIV, 1-2. (6) Mcrt., XVI, 24.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz