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CAPITULO PRIMERO EL HOMBRE Aunque damos por supuesto que el lector ya conoce su– ficientemente al hombre tal cual es en la actualidad, sin embargo, no será inútil recordar aquí algunos puntos de doctrina católica que nos harán comprender mejor .el pro– blema del mal con relación a la Divina Providencia. ARTÍCULO l!' La naturaleza humana. "Dios creó al hombre a su imagen y semejanza" (1). Se– gún la narración del Génesis, "le formó del polvo de la tie– rra y le inspiró en el rostro aliento de vida, y fue así el hombre ser animado" (2). De la costilla de Adán, formó ia mujer y se llamó Eva. Díjoles l)ios: "Procread y mul– tiplicaos" (3). Los demás hombres vienen por generación. El alma de Adán fue creada inmediatamente por Dios, que la infun– dió en la materia preparada. El alma de los demás horn- (1) Gén., 1, 27. (2) Gén., II, 7. (3) Gén., I, 28.