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LA DIVINA PROVIDENCIA 135 tia, con mayor motivo, porque han sido ya santificados con la presencia real de ksús Sacramentado... 6) Rogar al Espiriln Santo. Tenemos necesidad de luz para conocer la verdades naturales y sobrenaturales; para conocer a Dios, sus misterios, a nosotros y al mundo. Pedir al Espíritu Santo que nos ilumine y nos dé a conooer su voluntad. Que el Espíritu Santo sea la luz que nos con– duzca por las ocultas vías de la Providencia. Tenemos necesidad de fortaleza para vencer las dificul– tades cotidianas de la vida presente: para combatir las ba– tallas del Señor. Pedir al Espíritu Santo la fortaleza. Que foclifique nut>slro espíritu en los combates de este mundo, que nos dé el vigor, la fuerza del vencimiento propio para seguir a Cristo. , 7) Invocar al Espíritu Santo, que nos comunique en abundancia sus dones, sus carismas, sus virtudes, sus fru– tos, su espíritu, su santidad ... Invocarlo con .el Veni Creat<>r, ''eni Sancte Spiritus, con el Gloria Patri... Con las obras, palabras, corazón y mente. Con gemidos inenarrables, con arrullos de paloma fawo– quC'lllos este dulce Espíritu que venga a nuestras almas, las santifique, las abrase en su divino amor, las transfor– me y, conformes con e,l modelo Cristo, las lleve a gozar de la visión de las Tres Divinas Personas. Demos gracias a la Divina Providencia que en sus pla– nes inefables nos ha dado el Espíritu Santificador para que volemos a la cumbre de la santidad. ARTÍCULO 5.° La Providencia y la lglesin. Jesucris,to, cumplida su misión sobre la tierra, se vol– vió a la diestra del Padre, Sed,ens a de:deram Patris. Pero no por eso cesó su obra redentora y santificadora. Conti-