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U, !JI\' !NA PROVIIJEN'CL\ 129 en nuestros tiempos responder lo mismo. Vrumos a decir brevisimamente algunas cosas que tienen relación con nues– tro tema. § l. ¿ Qné cosa es el Espíritn Santo? El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trirudad, igual y distinta del Padre y del Hijo. Como dice el símbolo atanasiano: "Una es la Persona del Padre, otra la Persona del Hijo y otra la Persona del Espíritu Santo". El Espíritu Santo es consubstancial al Padre y al Hijo. El Espíritu Sa:nfo procede del Padre y del Hijo como de un solo principio. Es el Amor substancial entre el Padre y d Hijo. El Padre es el Eterno Amante; el Hijo, Eterno Ama– do, y el Espíritu Santo es el Eterno Amor, que une al Pa– dre y al Hijo. Dios es uno solo. í~l desde toda la eternidad se conoce a sí mismo; este conocimiento eterno de Dios engendra el Verbo, desde toda la eternidad; el Padre y el Hijo, desde toda la eternidad, se aman; como este amor en Dios no es un sentimiento, un accidente o una cosa creada, debe ser una cosa substancial, ese Amor Substancial, Mutuo y Eiel'– no constituye la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el Osculo Eterno del Padre y del Hijo. § II. Simbolismo del Espíritu San/o. Existe un simbolismo especial acerca del Espíritu San– to. Son muchos los títulos con los cuales se le denomina, posee una nomenclatura abundante y atractiva. 1) Hemos dicho que es el 1lmor Substancial y Etuno del Padre y del Hijo. 2) Este Amor se manifiesta con el clásico símbolo de