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LA DIVINA PROVIDENCIA 127 ------------ otros todos cuantos teméis a Dios venid y escuchad, y os contaré cuanto ha hecho por mí ( 43). Bendita y alabada sea por siempre su divina Providen– cia, que nos dio el Mediador y Salvador, por el cual po– demos vivir la vida divina aquí en este mundo y, después, poseer la gloria sempiterma en el otro. llfediatores secundarios. Jesús es Mediador de justicia. Su mediación tiene un valor infinito, porque su Persona es infinita. Mediador en cuanto a su naturaleza humana en virtud de su unión hipostática. Dios solo no podía ser Mediador, porque es igual al Padre. Hombre solo n-0 podía ser Mediador de valor infinito, porque .limitado. Luego, Dios y hombre verdadero, el Verbo Encarnado, es el Mediador ante el Trono de Dios. Por esto en todas las oraciones la Sagrada Liturgia concluye con las palabras: Per Dominnm Nostrum les,u-m Christum. Pero, además de este Mediador y Redentor único, cuyas acciones y oraciones son de valor y eficacia infinitos, hay otros mediadores secundarios o inferiores en cuanto par– ticipan de la santidad de Dios. Estos Mediadores secundarios y por participación son la Virgen Santísima, l\Iadre de Dios, Virgen Inmaculada, Reina del Cielo y de la Tierra, nuestra Madre y nuestra Abogada delante de la Santísima Trinidad. Como Hija amadísima del Padre, como Madre amantí– sima del Hijo y como Esposa dilectísima del Espíritu San– to, intercede por nosotros, presenta nuestras plegarias ante el Trono de Dios Tri:n-0 y Uno, ruega e intercede por nues– tras necesidades. Mediador secundario es San José, Esposo de María In- (43) Sal., 65, 16.
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