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114 P. PÍO M.ª DE MONDHF..GANES, O, F. M. CAP. edificación para templo santo ,en el Señor, en quien vos– otros también sois edificados para morada de Dios en el Espíritu" (8). Dios Trino y Uno se hace nuestro Huésped, nuestra Po– sesión, nuestro Consolador, nuestra Fortaleza, nuestro Gozo, objeto de nuestro Amor. Oigamos lo que dice San Juan del Verbo de la vida: "Lo que era desde el principio, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplaron y pal– paron nuestras manos, tocando al Verbo de la vida, por– que la vida se ha manifestado y nosotros hemos visto y testificamos y os ainunciai:mos la vida eterna, que estaba en el Padre y se nos manifestó; lo que hemos visto y oído os lo anunciamos a vosotros, a fin de que viváis también en comunión con nosotros. Y esta comunión nuestra es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que sea completo vuestro gozo" (9). Dios, morando en nosotros, nos comunica la gracia, nos hace participantes de su vida divina, nos hace sus familia– res y domésticos, hijos adoptivos, herederos de la vida eter– na y coherederos con Jesucristo, nuestro hermano mayor. Con la gracia nos da la vida sobrenatural, nos comu– nica la caridad, los siete dones del Espíritu Santo y sus doce frutos. El alma embellecida con la gracia, adornada de los do– nes, resplaindeciente con las virtudes, es la esposa de Cris– to, ornata monilibus suis ... ¡ Cuánta dignación de Dios Trino y Uno, que en su in– finita Providencia dispuso todos estos planes de salvación y de santificación para todos los hombres! (8) Efes., II, 18-21. (9) I Jn., I, 1-4.