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LA DIVINA PROVIDE.c-..CIA 113 modo insaciable; porque ·sacias el alma y permanece más hambrienta de Ti. Como el ciervo sediento desea la fuente de agua viva y cristalina, así mi alma tiene sed de Ti y nunca se crunsa de beber de los torrentes de tus gracias. Tú eres fuego que me abrasas y no me consumes; me iluminas y calientas, me comunicas tus verdades y me pe– netras con tus bondades. Me elevas y me unes; me atraes, penetras y abismas en el océano sin límites de tu bo.ndad, de tu belleza, sabiduría gustosa, inteligencia luminosa, her– mosura esplendorosa; Sanctus, Sanctus, Sanctus Dominus Deus exercituum, plena est omnis terra gloria tua. Tibi laus, tibi gloria, tibi gratiarum actio, o beata Trinitas. § II. luhabitación de la Santísima Trillidad. Dijo Jesús: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a Él y en Él haremos morada" (7). Luego el hombre que está en gracia lleva consigo las Tres divinas Personas. Dios Trino y Uno se une no hipos– táticamente, ni sacramentalmente, ni substancialmente; pero tampoco simbólicamente. Dios está por esencia, pre– sencia y potencia en todas las cosas; pero, por la gracia san,tificante, está en el alma del justo de una manera real y mística. Es templo del Espíritu Santo, dulce H,uésped del alma. Con el Espíritu Santo está inseparablemente el Padre y el Hijo, Por Jesucristo tenemos el poder de acercarnos al Padre en un mismo espíritu. Por tanto, "ya no sois ex– tranjeros y huéspedes, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo piedra angular el mis– mo Cristo J csús, en quien, bien trabada, se alza toda la (7) .Tn., XIV, 23, 8