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consideren en retaguardia ya en ,·anguardia, deben coo– perar con todas sus fuerzas y medios, y en todos los órdenes, al crecimiento del Cuerpo !vfístico de Cristo. 91. Todos los fieles.-El deber misional se im– pone a todus, a los ricos y a los pobres, a los nobles y plebeyos, a los sacerdotes, religiosos y seglares. Todos estamos obligados por los vínculos de caridad, por la misma naturaleza de la Iglesia y por el deber de justi– cia a coopC'rar al bien común de la sociedad cristiana a la cual pertenect_>mos. 92. Espiritualidad misionera.-Scría convemen– te orientar la vida cristiana de hoy hacia una t_>spiritua– lidad misionera que debe brotar espontúnea del amor a Cristo, a ~u Iglesia y a las almas. Nuestra espiritua– lidad no debe ,er egoísta, sino universalista, católica, que se extienda a todo el mundo y a todos los pueblos y a todas las razas. Si este es un deber de todo miembro del Cuerpo ~1ístico ele Cristo, con mayor motivo aún bs alm:1s con– sa~radas a Dios, corno los sacerdotes, los rcligiDsos y b-; religiosas, dehen culti\·ar en su vida de piedad, ele cul– to, de retiro, de o;-ación y de mortificación la espirit;ia– lidad rnisiom,ra. CAPÍTULO II VOCACIONES MISIONERAS 93. Necesidad.-Es evidente que µara formar el 69